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ÓSCAR PANDIELLO
Martes, 5 de noviembre 2019, 20:49
Aterrizó Pablo Casado en Asturias apenas unas horas después del debate electoral con la idea clara de fijar en su electorado la idea de que «no puede volver a ocurrir» lo de las pasadas elecciones de abril. Esto es, una fragmentación en el voto de la derecha que vuelva a poner en ventaja a Pedro Sánchez para intentar formar gobierno. Así, durante su mitin en el Auditorio Príncipe Felipe de Oviedo, el líder de los populares centró su discurso en la necesidad de echar a Sánchez de la Moncloa ante la inminente recesión que se avecina y con la amenaza del separatismo catalán aún latente.
Durante el acto, en el que también intervinieron otros candidatos de la coalición PP-Foro como Paloma Gázquez e Isidro Martínez Oblanca, Casado criticó duramente la gestión económica de los gobiernos socialistas como contrapunto a la de Aznar o Rajoy. «Felipe González dejó miles de parados y Zapatero, que prometía el pleno empleo, se cargó decenas de miles más. La única solución para que los españoles no pierdan su empleo es haciendo que Sánchez pierda el suyo el próximo domingo», aseveró.
También hizo alusión el candidato a varias de las reivindicaciones de Asturias. Lo hizo, además, poniendo como ejemplo en varias ocasiones la gestión del exdirigente popular Francisco Álvarez-Cascos, quien estuvo presente entre los asistentes y en la foto final. A él se refirió a la hora de reclamar las «infraestructuras que Asturias necesita», desde la mejora de los puertos hasta el aumento de las conexiones aéreas. «¿Qué pasa, que los asturianos son españoles de segunda?», se preguntó el candidato.
Entre sus compromisos, Casado subrayó su total disposición hacia la industria electrointensiva y hacia los trabajadores del sector en la región: «La mala política energética ha condenado a empresas como Alcoa o Vesuvius. Con Zapatero creció en un 70% la tarifa eléctrica y ahora no hay un gobierno que pueda plantar cara a una empresa que se va», criticó.
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