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La presidenta del PP de Asturias, Mercedes Fernández, fue esta mañana muy contundente al pronunciarse sobre la crisis interna que vive el partido en la comunidad. En los pasillos de la Junta, Fernández arropó a su secretario general, Luis Venta, envuelto en un polémico caso de envío de anónimos amenazantes al gijonés Pablo González, descartó dimitir y dio a entender que no ve motivos para que la dirección nacional imponga una gestora en Asturias.
«Conozo bien la trayectoria de Luis Venta, persona comprometida y ejemplar, y creo en él», remarcó Fernández en un apoyo inequívoco y explícito a su número dos. Dijo tener en él «la misma confianza» que el presidente nacional, Pablo Casado, puede tener en su secretario general, Teodoro García Egea.
Además del respaldo a Venta, la presidenta del PP asturiano dejó bien claro que en modo alguno tiene intención de dimitir de su cargo. Recordó que asumió ese cargo tras unas primarias «transparentes» en las que cosechó más del 90 por ciento de los votos. Y dio a entender así, por tanto, que no ve motivos para que desde la dirección nacional del partido se imponga una gestora en el Principado, como se viene comentando en los últimos días. Recordó, en este sentido, su histórico compromiso con el PP de Asturias y las renuncias profesionales y personales que, dijo, ha asumido en estos años para cumplir sus compromisos al mando de la organización.
«Haré todo lo posible para que Pablo Casado sea presidente del Gobierno», reiteró en varias ocasiones la presidenta popular, que evitó manifestarse en los mismos términos al referirse a la candidatura de Teresa Mallada en Asturias con el argumento de que el objetivo ahora deben ser las elecciones generales.
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