La mayoría de izquierdas en Asturias se tambalea

Se habló entonces del efecto que podía estar provocando en la política asturiana el Gobierno de Pedro Sánchez y Pablo Iglesias e, incluso, del peso que de forma interna podrían estar tomando corrientes como la liderada por el diputado de la formación morada Rafael Palacios, que defiende públicamente y sin tapujos la unidad de la izquierda en Asturias. Como trasfondo, no debe olvidarse, la pandemia y una crisis sin precedentes que obligaba a todos, al menos en un principio, a enterar hachas de guerra.

En las últimas semanas de 2020 se vivieron momentos de acercamiento especialmente entre Podemos e IU, impensables durante la pasada legislatura, en los que los dos grupos parlamentarios fueron de la mano en numerosas iniciativas. Incluso, se unieron para hacer frente al Gobierno regional y tratar de agilizar la negociación presupuestaria imponiendo su sello con el llamado 'corazón social' a unas cuentas que, en aquel momento, el Gobierno de Adrián Barbón ya negociaba con igual interés con formaciones del otro lado del hemiciclo.

Tanto Podemos como IU reivindicaron un papel protagonista en aquel presupuesto y mostraron sus recelos a un acuerdo con Foro y especialmente con Ciudadanos, pero si bien IU asumió finalmente el pacto transversal que buscaban los socialistas en plena pandemia, Podemos pareció rebelarse. Dio su apoyo explícito a las cuentas, como lo hicieron Ciudadanos, IU y Foro, pero al contrario que estos se negó a suscribir un acuerdo y optó por continuar planteando reivindicaciones hasta el último momento a través de enmiendas parciales sin ninguna opción de salir adelante. No quiso mostrar ningún tipo de aproximación al Gobierno socialista, todo lo contrario, volvió a distanciarse.

Tras aquel episodio la relación entre PSOE y Podemos se torció y los propios dirigentes socialistas detectan cierto «distanciamiento y frialdad» entre ambos grupos. También se vuelve a observar mucha tensión entre Adrián Barbón y Daniel Ripa en los últimos plenos. Una situación que salpica igualmente a IU, con quien Podemos mantiene una relación «correcta», en palabras de uno de los líderes de la coalición que, si bien valora el trabajo que de forma conjunta se está desarrollando en cuestiones como las denuncias a la gestión de Vipasa o la demanda de protección de la Fábrica de Gas de Oviedo, no oculta choques frontales en políticas de «especial calado». Diferencias que, asume este dirigente, complican al menos en este momento cualquier mención al gran pacto de la izquierda que no hace mucho tiempo reivindicaba en cada discurso público el coordinador general de IU Asturias, Ovidio Zapico.

La postura de Podemos al margen de la Alianza por la Industria asturiana y contrario a pelear por la rebaja del coste de la luz para las grandes consumidoras si estas no aportan contrapartida alguna; así como su respaldo a la prohibición por parte del Gobierno central de la caza del lobo, cayeron como jarro de agua fría en IU. Como también molesta, confiesan, que sus posicionamientos políticos nunca se vean respaldados por la diputada Sofía Castañón, que representa en el Congreso a ambas formaciones bajo el paraguas Unidas Podemos.

La versión de los dirigentes de la formación morada es bien distinta. Mantienen que su planteamiento político no ha variado en todo este tiempo y destacan el acercamiento con IU que, aseguran, en tiempos de Gaspar Llamazares habría sido inviable. Pese a todo, entienden que se trata de dos formaciones diferentes y que queda aún mucho trabajo por hacer en materia de coordinación política e incluso orgánica con IU. Es una situación complicada, sostiene un dirigente de Podemos, teniendo en cuenta «la trayectoria histórica de IU Asturias de colaboración con la FSA y con CC OO», con la que Podemos, dice, no está dispuesto a comulgar.

El nuevo distanciamiento entre Podemos y el bloque PSOE-IU coincide con la profunda grieta que se está observando también entre los socios del Gobierno nacional como consecuencia de los comicios catalanes. Sin embargo, en Asturias nadie se plantea que ambos escenarios puedan estar relacionados. Sí hay voces que apuntan, en todo caso, a un proceso de recolocación política por parte de la cúpula de Podemos de cara al próximo congreso del partido, previsto para este mismo año. La relación que Podemos debe adoptar con el resto de la izquierda centrará, una vez más, el debate en el proceso interno de esta formación.