La llegada de Feijóo reequilibraría las fuerzas en el seno del PP de Asturias

La eventual candidatura del presidente gallego recibe, de hecho, todas las bendiciones del partido en Asturias, donde siempre ha sido considerado un referente político a seguir. Se valora su trayectoria, su experiencia en la gestión y su capacidad de liderazgo pero, sobre todo, entienden que su llegada puede generar posibilidades reales de convertirse en alternativa al Gobierno de Pedro Sánchez e importantes cambios orgánicos. A nivel nacional, pero también en clave autonómica.

Se valora, en este sentido, cómo la hipotética llegada de Feijóo a Génova podría suponer todo un reseteo en la relación del PP asturiano con la dirección nacional del partido, marcada en ocasiones por las relaciones de amistad que el aún presidente Pablo Casado y el hasta ahora número dos del partido, Teodoro García Egea, mantienen con algunos dirigentes asturianos. Es conocida, en este sentido, la amistad que ambos conservan con el alcalde de Oviedo, Alfredo Canteli, así como con la diputada nacional, Paloma Gázquez, quien se ocupó de la campaña de primarias en la que Casado se impuso a Soraya Sáenz de Santamaría y Dolores Cospedal. Unas relaciones personales que suponían, en ocasiones, un desequilibrio de fuerzas entre dos de los pesos pesados del partido en Asturias, el alcalde de Oviedo y la propia presidenta, Teresa Mallada.

Hay una doble lectura. Si bien algunas fuentes entienden que la relación de Canteli con la dirección saliente suponía un plus para Asturias, otras consideran que este «trato de favor» generaba tensiones y desencuentros innecesarios. Sea como fuere, la llegada del político gallego a la dirección del PP podría poner fin a esta situación que, en ocasiones, llegó a generar roces internos.

No solo eso. Fuentes próximas a la actual dirección del PP asturiano reconocen, ahora, haberse sentido ninguneados en alguna ocasión por el equipo de Casado. Primero por tardar meses en confirmar a Teresa Mallada como presidenta del partido en Asturias, más de un año después de la dimisión de su antecesora, Mercedes Fernández, y ahora por el continuo retraso en la convocatoria de un congreso regional que ponga fin a la situación en la que se encuentra la líder popular asturiana, en una «posición de debilidad frente a los envites dl PSOE por no haber sido ratificado su liderazgo aún en un congreso», y a las puertas de una nueva convocatoria electoral. Confían en que la hipotética llegada del presidente gallego a Génova acabe con esta situación convocando de forma inmediata el congreso regional que, en Asturias, según los Estatutos del partido, debería haberse celebrado ya hace un año, puesto que el último cónclave, en el que fue elegida Mercedes Fernández, tuvo lugar en 2017.

No se espera, por contra, que Feijóo pueda provocar ningún tipo de terremoto ni destituciones en el seno del partido. No hay motivo aparente y menos a un año de las elecciones. El PP asturiano no fue especialmente «casadista», si bien cuenta en su ejecutiva con dos asturianos, los también diputados autonómicos Pablo Pire y Reyes Hurlé. Ambos son, sin embargo, partidarios de convocar con urgencia un congreso extraordinario para dar carpetazo a esta situación que han tildado de «delicada».