Puigdemont y Junqueras se reúnen este jueves para tratar de rehacer la unidad independentista

La reunión se produce cuando tanto Junts como Esquerra empiezan a dar pasos para distanciarse del PSOE y el PSC, respectivamente. Fue muy criticada en amplios sectores del secesionismo la apuesta de ambos líderes por seguir al frente de sus partidos, pues fueron los protagonistas de octubre de 2017. Desde la ANC y Òmnium y también en sectores de sus partidos, reclamaron caras nuevas y que renovaran el discurso nacionalista después del colapso del 'procés'. Más de siete años después del desafío al Estado, Puigdemont y Junqueras se mantienen al frente del independentismo, a pesar de las presiones. Estos años, no han escondido sus malas relaciones. «Desde la nueva dirección, creemos imprescindible reforzar relaciones y volver a tejer complicidades con los partidos con los que compartimos objetivos y luchas, sobre todo pensando en los retos del país», según han señalado sobre la reunión en ERC. Junts no ha informado sobre la cita.

La última vez que se vieron cara a cara fue en junio de 2024, en plenas negociaciones para la investidura de Salvador Illa. Ninguno de los dos era entonces presidente de su partido, pero la cita acabó sin acuerdo. El expresidente de la Generalitat reclamó al republicano todo su apoyo para intentar optar a la investidura y que en definitiva no respaldara la elección de Illa. Junqueras se desmarcó entonces de la unidad nacionalista y su partido acabó votando a favor de Illa. Parecía que con Illa, se empezaba a romper la unidad secesionista y saltaban por los aires los bloques del 'procés'.

El encuentro de mañana también se produce en un contexto decisivo como en junio de 2024. Tendrá lugar el mismo día en que la Mesa del Congreso deberá decidir sobre la propuesta de Junts de que Pedro Sánchez acepte un debate sobre si debería someterse a una cuestión de confianza. Un portazo de la Mesa puede provocar la ruptura de Junts con el PSOE y dejar la legislatura española herida de muerte. Junqueras rechazó ayer martes la iniciativa de los postconvergente al entender que «no aporta mucho». Está por ver si Junts y ERC son capaces de articular una estrategia común, toda vez que ambas formaciones se han distanciado en los últimos años. Se han llegado a llamar de todo y la falta de unidad en el nacionalismo acabó provocando una sangría de votos para los partidos secesionistas y la pérdida del Govern y de la mayoría parlamentaria.

En esta ocasión, en cambio, llegan con una dinámica parecida. Junts invistió a Pedro Sánchez pero podría estar a las puertas del divorcio con los socialistas. Igual que ERC, que votó a favor de Illa. La nueva dirección republicana ya se ha plantado con el PSC y se niega a negociar los Presupuestos de la Generalitat. Tienen intereses comunes, más allá de la ley de amnistía y del proyecto de concierto económico: los Presupuestos Generales del Estado dependen de los diputados de Junts, mientras que los de Cataluña dependen de los de ERC. En sus manos está confrontar con los socialistas, que han relegado al independentismo a una posición secundaria en Cataluña, tras décadas de mayoría nacionalista en la Cámara catalana.

La interlocución entre los dos partidos la articulaban hasta ahora Turull y Marta Rovira. Turull sigue al frente de Junts, pero Rovira ya se ha apartado de la política, tras su enfrentamiento con Junqueras. En siete años, apenas se han visto tres veces. La de este jueves será la cuarta. En 2022, coincidieron en una rueda de prensa en Bruselas para denunciar el espionaje de Pegasus y en 2021, al poco de salir de la cárcel tras ser indultado, Junqueras viajó a Waterloo.