La izquierda aparca sus diferencias para aprobar el último presupuesto de la legislatura

Igual que en las tres intentonas anteriores el clima político apuntaba a un fracaso, como así acabó sucediendo, con la guerra entre PSOE y Podemos siempre alcanzando elevados grados de intensidad e IU tratando de jugar un papel intermedio, esta vez las circunstancias parecían dibujar un escenario más favorable. El entendimiento entre las tres fuerzas en el ámbito nacional sobre los presupuestos estatales de 2019 abrió un camino a recorrer para extender ese mismo consenso, con las peculiaridades propias del panorama autóctono, al Principado. A ello hay que unir, además, el contexto preelectoral en el que se mueven los partidos, con un ojo puesto en los comicios autonómicos y locales de 2019.

Esa variable electoral ha sido decisiva. La hipótesis de un cuarto fracaso presupuestario abría tanto al PSOE como a IU la puerta a un discurso duro contra Podemos como fuerza de bloqueo capaz de todo por obstaculizar el avance de la región. Un mensaje contundente que, llegado el caso, hubieran utilizado. Ante esta tesitura, el partido morado ha optado por exprimir una negociación de la que obtener todo el rédito posible para presentarse ante los asturianos como la fuerza capaz de sacar al PSOE de sus «inercias» y propiciar cambios reales que favorezcan a la ciudadanía.

«No es nuestro presupuesto», anotó ayer el portavoz de Podemos, Enrique López, al término de la reunión de la dirección que dio luz verde al respaldo presupuestario, pero sí un proyecto con «avances muy importantes» que «favorecen a mucha gente». López anticipó que estas cuentas y el apoyo de su partido a las mismas son solo «un primer paso» que tendrá continuidad cuando a partir de 2019 Podemos sea «fuerza de gobierno» y aplique medidas de «cambio» para Asturias.

El impacto del presupuesto es triple. A corto plazo, supone evitar el bloqueo de la actividad económica en Asturias. A medio plazo, despeja el horizonte financiero al Ejecutivo que salga de las elecciones autonómicas de 2019, que se vería atado de pies y manos en el inicio de su gestión ya que, con el año avanzado, no tendría margen para tramitar créditos extraordinarios con los que paliar otra prórroga. Y, en clave política, el acuerdo alcanzado ahora engrasa la relación entre las tres fuerzas de la izquierda en caso de que los ciudadanos les otorguen de nuevo mayoría tras los próximos comicios.

Las claves del acuerdo, pactadas en negociaciones separadas del PSOE con Podemos e IU, son las que se han ido desgranando estos días. El partido morado arranca a los socialistas una rebaja del 25% en las tasas universitarias, la cobertura de 60 plazas de médicos para hacer frente a las listas de espera en la sanidad e inversiones territoriales por importe de 12 millones. La coalición, un incremento del tipo del impuesto de las hipotecas sobre los bancos, desde el 1,2% actual hasta el 1,5%, lo que reportará 3,6 millones más de recaudación, así como una línea de ayudas para que los jóvenes asturianos que trabajan en el extranjero puedan volar al Principado a menor coste. Ambas formaciones comparten el mérito de un alza del 34% en el dinero para las escuelas de 0 a 3 años, hasta los 16 millones, con la garantía de una aportación extra si fuera necesario para abrir nuevos centros -hay once peticiones en espera- en cuanto sea posible.

El Gobierno aprueba hoy mismo el proyecto y lo lleva de inmediato a la Junta. El acuerdo representa un giro evidente respecto de la confrontación que ha protagonizado la legislatura en el espectro de la izquierda y abre un nuevo escenario de posible entendimiento si PSOE, Podemos e IU se necesitan para gobernar a partir del año que viene.

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