El Gobierno registra sin apoyos un presupuesto con un gasto récord en sanidad y salario social

La consejera de Hacienda, Dolores Carcedo, tiene cita a media mañana en la Junta para presentar el documento, que habrá sido aprobado en una reunión extraordinaria del Consejo de Gobierno apenas unos minutos antes. El Ejecutivo ha apurado hasta el límite el plazo previsto sin que las conversaciones mantenidas en los últimos días hayan ofrecido el resultado apetecido. Con IU se produjeron avances y de hecho una parte de sus propuestas aparecerán recogidas en el proyecto que se registre hoy. Es el caso, por ejemplo, de una partida de 70.000 euros destinada a la promoción del asturiano en la RTPA. Pero se mantienen flecos pendientes y el estallido del conflicto de los planes de empleo, subsanable según el PSOE, ha provocado que las posiciones se distancien. «Muchas dudas» mostró ayer el portavoz parlamentario de la coalición, Gaspar Llamazares, que dijo tener voluntad de acuerdo para evitar una prórroga pero que afeó a los socialistas haber optado por una estrategia «con riesgos» que puede volverse en su contra.

El problema para el Gobierno es que un eventual apoyo de IU no le serviría y la negociación con Podemos, cuyos votos son imprescindibles, ha sido bastante menos fluida. A día de hoy está, de hecho, estancada. El partido morado se ha mostrado dispuesto a aparcar una parte de sus reivindicaciones si el PSOE aceptaba la unidad anticorrupción -en este punto no habría problemas, en principio- y el impulso de una red educativa de 0 a 3 años pública, universal y gratuita, y es en este último punto donde está el litigio.

El proyecto de presupuestos, en la órbita de los 4.400 millones, contemplará más recursos para el 0 a 3 que permitirán abrir más centros y ofertar más plazas. Y, a partir de ahí, el Gobierno ofrece debatir el modelo de futuro del sistema. Pero el partido morado no se fía y aspira a que la integración en la red pública y la gratuidad sea una realidad a partir del próximo curso. Hasta ahí los socialistas no están dispuestos a llegar. «Los pasos dados por el Gobierno son del todo insuficientes», recalcó el portavoz parlamentario, Emilio León, evidenciando su distanciamiento del proyecto que hoy apruebe el Gobierno.

El Ejecutivo jugará la baza de un presupuesto inversor y, sobre todo, social. El gasto en este capítulo rondará el 70% del total, aproximadamente. Y el esfuerzo en determinados ámbitos alcanzará cifras históricas. Es el caso de la sanidad. La consejería que pilota Francisco del Busto contará con 1.709 millones de euros, 30 más que este año. También sigue creciendo la partida destinada al salario social. Si el presupuesto de 2017 partía de 105 millones, el año próximo lo hará de 120. Hay igualmente un crecimiento en materia de vivienda, donde la inversión crecerá dos millones de euros. Y el importe del fondo de cooperación local repuntará un 10% hasta los 6,8 millones.

Los recelos entre el Gobierno y sus potenciales aliados dan aire a la oposición. «Todo el mundo parece cómodo en la prórroga», lamentó el portavoz de Ciudadanos, Nicanor García. «Nuestra primera enmienda será eliminar el impuesto de Sucesiones», puntualizó Cristina Coto, de Foro. «El Gobierno o la FSA, porque no sabemos quien manda, ha dado un portazo al PP», dijo la presidenta popular, Mercedes Fernández, al hilo de su ofrecimiento de respaldar las cuentas a cambio de una bajada fiscal.

El escenario que se abre ahora es incierto, en un clima de recelo y desconfianza que hace pensar en la hipótesis de la prórroga como una opción sólida. Sin que nadie se atreva a cerrar aún ninguna puerta, ya sea en forma de apoyo explícito o de discretas abstenciones, con el trámite de enmiendas de por medio, la distancia entre el PSOE y Podemos es en este momento sideral. El partido morado no descarta, de hecho, un auxilio de última hora del PP al PSOE.