El Gobierno ignora los rechazos e insiste en alcanzar «un gran acuerdo de país»

María Jesús Montero ha explicado hoy, después de la reunión del Consejo de Ministros que aprobó la prórroga del estado de alarma hasta «la cero horas del 26 de abril», que un gran entendimiento, «llámense Pactos de la Moncloa o de la manera que sea», es ineludible. Porque, ha señalado la portavoz, no se trata solo de relanzar la economía, que es la tarea «más perentoria», sino de sentar los cimientos de un proceso de «construcción nacional» con «avances» en el terreno de los «derechos y libertades».

Se trata de sellar «un gran acuerdo de país que nos permita una gran concertación en términos políticos, sociales y económicos que permitan hacer entre todos una reconstrucción nacional». Para esa tarea, ha remarcado en varias ocasiones, es necesario el concurso de «todas» las fuerzas políticas que tengan «algo» que aportar, de los sindicatos y de las organizaciones empresarias. Pero también se requiere que el caudal «de talento» de la ciudadanía y de las organizaciones civiles se sumen al «proyecto de país» que hay que diseñar una vez que se supere la pandemia. El Gobierno, ha insistido Montero, busca trabar «una suerte de concertación social» que permita afrontar los retos de toda índole a medio plazo.

La ministra ha soslayado las negativas del PP, de Vox, de Esquerra, de Junts per Catalunya, EH Bildu y otras fuerzas a participar en esos acuerdos. Hay que mirar «más allá del horizonte de la pandemia», para que las generaciones venideras «puedan beneficiarse». Esas generaciones, ha añadido, tendrán que «pagar la factura» del inevitable aumento de la deuda pública que contraerá este Gobierno para afrontar las consecuencias económicas de la pandemia del coronavirus, pero también disfrutarán de un nuevo marco social y de relaciones. «Hay que poner en valor lo público, el bienestar y la consolidación de la democracia».

Montero no ha querido hacer una autocrítica de la actuación gubernamental en la gestión de la crisis sanitaria. «Es un ejercicio sano», pero ha atribuido la premura y la unilateralidad en la adopción de las medidas porque la pandemia se presentó «de manera imprevista». Ahora, ha añadido, es fácil «dar respuestas» con la información que se tiene hoy a los acontecimiento de ayer.

Tampoco ha aceptado que el Gobierno se niegue a aceptar el control parlamentario. «Iremos al Congreso cuantas veces se nos llame», ha asegurado, siempre que se respeten las medidas de seguridad dictadas por las autoridades sanitarias. La portavoz ha puesto como ejemplo del sometimiento a las reglas del juego democrático la presencia del presidente del Gobierno en el pleno del Congreso de este jueves que debe debatir y votar la prórroga del estado de alarma.