La gestión de la crisis interna pone en la picota al coordinador de IU de Asturias

Es un hecho que, orgánicamente, la posición de Argüelles es complicada. El ex alcalde de Lena ganó las primarias aupado por afines a la línea política de la dirección federal de Alberto Garzón, partidarios, entre otras cosas, de continuar explorando las confluencias con Podemos. Sin embargo, con el paso de los meses el coordinador terminó pactando con sus rivales en aquel proceso interno, Alejandro Suárez y Fernando Díaz Rañón, para conformar una dirección conjunta para IU de Asturias sobre la base de blindar el proyecto y la identidad propia frente a una posible disolución en el partido morado. Ello derivó en que buena parte de quienes le empujaron al liderazgo de la coalición se hayan desmarcado ahora de él.

El problema es que el proceder de Argüelles, y sobre todo su reunión del pasado viernes con Garzón, de la que surgieron dudas respecto de su apuesta por defender la identidad jurídica y financiera de IU de Asturias, ha irritado a quienes ahora son sus aliados en la dirección regional. Hasta el punto de que el secretario de Organización, Alejandro Suárez, salió el sábado a decir que nadie se plantea «ni como hipótesis» que IU de Asturias renuncie a su soberanía jurídica, como quiere la cúpula federal.

Cargos y dirigentes de la coalición afean a Argüelles que «diga una cosa en Asturias y otra distinta en Madrid» y le piden «menos ambigüedad» y más claridad y contundencia en la defensa de la identidad y el proyecto propio. «Si no es así habrá problemas», advierten. Trasladan además su sospecha de que el coordinador está maniobrando para posicionarse lo mejor posible a la hora de aspirar a liderar la candidatura a las elecciones autonómicas de 2019.