Foro se rompe en dos entre los afines a Álvarez-Cascos y a Carmen Moriyón

Por un lado, los afines a Francisco Álvarez-Cascos, que avalan punto por punto los argumentos esgrimidos por el fundador del partido en una dura carta contra la actual presidenta. Acusan a Carmen Moriyón de querer «modificar por la puerta de atrás» las líneas ideológicas establecidas en el tercer Congreso de Foro, hace ya más de un año. Se muestran especialmente preocupados por la «deriva hacia el PSOE» que, según su interpretación, supone el hecho de que la exregidora gijonesa haya sumado al órgano directivo del partido por designación directa a dos personas partidarias de la oficialidad de la llingua y a una tercera -el teniente de alcalde de Tapia de Casariego, Guzmán Fernández- que mantiene un pacto de gobierno con el PSOE en este Ayuntamiento. Todo ello, a las puertas de la negociación presupuestaria con los socialistas.

Por el otro, los partidarios de Moriyón, que enmarcan la dimisión de Cascos como parte de una «estrategia» para tratar de «arrinconar» a la presidenta y volver a recuperar el control «político y económico» del partido. Entienden que los argumentos ideológicos esgrimidos por quien fuera máximo líder de esta organización son una mera «cortina de humo» para esconder los motivos económicos que, bajo su punto de vista, mueven ahora a quien fuera presidente del Principado bajo estas siglas.

El cisma interno que sufre en este momento Foro y que, desde dentro del partido, muchos ven ya como el principio del fin, ha partido en dos también al grupo parlamentario. El secretario general de Foro, Adrián Pumares, se mantiene fiel a Carmen Moriyón aunque evita entrar en enfrentamientos directos con el hasta ahora vicepresidente del partido y sus afines. «Es una decisión personal que respeto», se limitó a manifestar ayer. Mucho más combativo, en el otro bando, el también diputado autonómico Pedro Leal califica de «coherente» el paso dado por el exministro y consecuencia de «los desvaríos de quien trata de modificar una directiva que salió de un Congreso por la puerta de atrás» y, de este modo, «cambiar las reglas de juego a mitad del partido».

Cascos dio un paso atrás renunciando a la vicepresidencia del partido, pero manteniéndose como vocal en la ejecutiva, lo que deja intacta la correlación de fuerzas en la dirección que, hoy por hoy, controlan con una ajustada mayoría sus afines. Carmen Moriyón cuenta, eso sí, con el respaldo de los tres alcaldes de Foro y buena parte de los concejales de esta formación, mientras que el expresidente se sabe respaldado por el recién elegido diputado nacional, Isidro Martínez Oblanca. Los afines a Cascos presumen también de contar con el aval del grueso de la militancia.

El alcalde de Peñamellera Alta, José Antonio Roque, fue quizá el más claro en sus razonamientos. «La decisión de Cascos responde a que se le ha quitado el sueldo y otros muchos gastos, como el chófer y el coche que tenía, porque el partido no podía permitírselo. Es una cuestión exclusivamente económica», resolvió. En su opinión, todos los argumentos ideológicos que se han escuchado estos días son «una tapadera para atacar a Carmen Moriyón» y recuperar el control de la «caja». Lo cierto es que las cuentas del partido no atraviesan sus mejores momentos y que la formación acumula una importante deuda económica. No obstante, el hecho de que Foro haya conseguido salir del grupo mixto y disponer de grupo parlamentario propio en la Junta -a merced de un cambio en el reglamento- y que tenga representación parlamentaria en el Congreso mejora bastante sus condiciones económicas.

De ahí que el vicesecretario de Implantación Territorial del partido, Enrique Lanza Morán, coincida también en que la polémica en torno a la incorporación de nuevas personas a la comisión ejecutiva «es una pantalla» para no explicar el fondo de la cuestión. «Este señor ha aparecido cuando Foro consiguió ser grupo parlamentario y tener más recursos», apostilló. En la misma línea, el regidor de Amieva, Félix Fernández, entiende que la crisis que se está viviendo en Foro no es una «batalla por la ideología del partido sino una batalla por el control económico». Y también atribuye el gesto de Cascos a una «operación» para movilizar a los afiliados y forzar la dimisión de la exregidora. Como ellos, el teniente de alcalde de Tapia de Casariego y recientemente incorporado al órgano directivo por designación directa de Carmen Moriyón, Guzmán Fernández, mostró su apoyo a la dirigente gijonesa. «No se puede pretender tener una presidenta de paja y manejarla con una junta directiva en contra», reprochó Fernández. El presidente de Foro Gijón, Álvaro Muñiz, dijo estar «alucinado» por el paso atrás dado por el fundador del partido. «Por desgracia es un tema económico y está buscando armas arrojadizas contra Carmen Moriyón para justificarlo», criticó.

Alineados con quien fuera máximo líder de esta formación, al menos en sus inicios, la teniente de alcalde de Llanes, Marián García de la Llana, defiende que Cascos explica perfectamente en su misiva a Carmen Moriyón cuál es el «ADN de Foro», recuerda el papel del exministro como máximo impulsor del partido y el peso que tiene entre la militancia, e invita a quien quiera un giro en otra dirección a «crear un partido nuevo». Un argumento similar al de Jorge Fernández, quien fuera coordinador de la última campaña electoral, que dice avalar punto por punto la carta de dimisión de Cascos y recuerda que Foro nació en 2011 para cubrir un hueco. «Para otros huecos, ya hay otros partidos», sentenció.

También Marcos Grana, vocal en la directiva y quien fuera candidato a las elecciones europeas por esta formación, muestra su apoyo a Cascos y su deseo de que el partido conserve el mandato que los afiliados dieron en el tercer Congreso. «Cascos sigue formando parte de la comisión directiva e intentaremos mantener el espíritu del Congreso», declaró.

Está previsto que el lunes se celebre una comisión directiva extraordinaria y será entonces cuando Carmen Moriyón tome la palabra. Pero las espadas entre partidarios y detractores ya están en alto.