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El exsecretario general del PSOE de Avilés remitió ayer un comunicado en relación a la información publicada en exclusiva por EL COMERCIO. En él reconoce que el 31 de diciembre de 2020 mantuvo «un encuentro informal con representantes de Lezama Demoliciones y una empresa ... local del sector». A diferencia de lo que figura en el escrito remitido a la Fiscalía por parte de la Mesa de Contratación del PEPA, sendas empresas participaron en este encuentro y, en palabras de Álvaro Álvarez, lo hicieron «a iniciativa de esta última como contratista habitual de Lezama en Asturias, debido al interés del primero en conocerme y de ambas en conocer mi opinión sobre el proceso de adjudicación de las obras que el PEPA desarrolla en los terrenos de las antiguas baterías».
Según las explicaciones del también exviceconsejero, «la propia Lezama reconoció que estaban muy bien posicionados y tenían muchas posibilidades de ganar el concurso». Ello, añade, «hace todavía más incomprensible el supuesto intento de intermediación que falsamente se me atribuye. «Es falso que yo me ofreciera para influir ni intermediar en favorecer sus intereses en el concurso», subraya.
Álvaro Álvarez, quien se pone a disposición de la Fiscalía «para aclarar cualquier supuesto y contribuir a que se resuelva este proceso cuanto antes», resta cualquier capacidad de influencia dado que «en este momento me encuentro jubilado y no ejerzo ningún papel ni representación institucional, y estoy fuera de cualquier ámbito de decisión, tras una conocida e intachable trayectoria como representante público».
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