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ANA MORIYÓN
OVIEDO.
Domingo, 1 de noviembre 2020, 01:22
La historia se repite en Podemos Asturias. La evidente crisis que atraviesa el grupo parlamentario como consecuencia de las discrepancias hechas públicas por dos de sus cuatro diputados con la línea marcada por el partido, que dirige Daniel Ripa, no es nueva para esta formación que apenas cumple seis años. La ruptura total del grupo parlamentario fue también un hecho durante la pasada legislatura, cuando Podemos contaba con nueve diputados, y tres de ellos -liderados por Héctor Piernavieja- mostraron sus desacuerdos con el aparato y rompieron las relaciones con el sector oficial. Aquella ruptura del grupo parlamentario de Podemos en su primera legislatura con representación en el Parlamento asturiano tuvo lugar meses antes de que se convocara la asamblea para la renovación de los órganos internos del partido y derivó en un pulso por hacerse con el control del mismo. Piernavieja trató sin éxito de arrebatar la Secretaría General a Ripa con un programa en el que pedía revisar la relación con el resto de las fuerzas políticas, especialmente con el PSOE y IU, entonces muy distantes.
La historia parece repetirse ahora, cuando falta un año para el próximo congreso. Las primeras grietas en el actual grupo se dejaron ver con las declaraciones de Rafael Palacios apoyando sin tapujos la unidad de la izquierda en Asturias. Su discurso se salió de la línea oficial y no gustó a la cúpula. El hecho de que poco después cargara públicamente contra la estrategia de Ripa tras proponer este una reforma del estatuto -sin tener en cuenta las negociaciones que de forma discreta se estaban llevando a cabo con otras fuerzas políticas- le costó la primera reprimenda pública y una invitación para formar parte del Consejo Ciudadano Autonómico (CCA), el órgano que controla Ripa y que, defiende el sector oficial, debe marcar la dirección política del grupo parlamentario. Palacios declinó la invitación y esta semana su compañera de bancada, Nuria Rodríguez, presentaba su dimisión como miembro de este. Ninguno de los dos participaron tampoco en el debate del estado de la región y dejaron solo a su secretario general, puesto que la cuarta diputada, Lorena Gil, lleva varias semanas de baja. Eso sí, Rodríguez aplaudió el giro que Ripa escenificó en su discurso con su acercamiento al PSOE.
Enrique López, portavoz de la formación, calificó la ausencia de estos dos diputados en el hemiciclo de «pataleta» y «falta de respeto» a los votantes. Y ayer, su compañera y también portavoz, Covadonga Tomé, criticó que en la práctica Rodríguez no participara de las reuniones del CCA desde abril. «Si dejas de asistir a 18 reuniones consecutivas es que poco interés tienes en participar en este órgano», le afeó.
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