Una discreta retirada de la vida pública tras no encontrarle encaje en la agenda real

La sombra de Corinna siempre planeó sobre él desde que Botsuana la convirtió en un personaje público. No obstante, fueron las grabaciones, publicadas en verano de 2018, en las que su amiga íntima confesaba al comisario Villarejo haber hecho de testaferro de don Juan Carlos las que terminaron por sentenciar su futuro como representante de la Casa Real.

Coincidió además ese momento con el año en que Zarzuela pretendía que fuera el de la despedida pública que en su momento no se había brindado al Rey emérito por casi cuatro décadas de servicio al país. Casa Real había diseñado un 2018 en el que se anunciaban, literal, «actividades con motivo del 80 aniversario de don Juan Carlos el 5 de enero y de doña Sofía, el 2 de noviembre». Se buscaba, de paso, enmendar el desplante que en junio de 2017 recibió don Juan Carlos, a quien se le dejó fuera de los actos de aniversario por los 40 años de democracia. Esa espina se la sacó en la conmemoración del 40 aniversario de la Constitución, en diciembre de 2018, cuando el hemiciclo le brindó una calurosa ovación.

Ese 2018 participó en cinco actos representando a la Familia Real, por diez del año anterior, y siempre de rango menor. En 2019, el de su despedida pública, participó en cinco actos de agenda, y dos fueron funerales, así como en varias corridas de toros. La última vez que se le vio en público fue, precisamente, en un funeral, el de su hermana la infanta Pilar, en enero. El verano pasado fue operado del corazón, para renovarle varias válvulas.