Los diputados asturianos auguran una legislatura bronca y complicada

Sofía Castañón, parlamentaria de Unidas Podemos por Asturias apunta directamente a una bancada concreta, la que ocupan aquellos a los que «la democracia les gusta solo cuando ganan ellos». Así las cosas, «parece que esta va a ser la tónica de la legislatura», augura Castañón, para quien una parte de la Cámara ha hecho del «insulto, la interrupción y el ruido» una constante en el desarrollo de la actividad en el Congreso, evidenciando «que no están a la altura de lo que representan».

No obstante, la diputada de la coalición de izquierda confía en que el decoro parlamentario se imponga de nuevo en el Hemiciclo y que la defensa de las posturas se haga «con palabras y argumentos, y no con insultos y mentiras».

Las formas empleadas han llegado incluso a ser preocupantes para quienes como el coordinador de IU en Asturias, Alejandro Suárez, creen que «para la democracia es tan importante la ley como el tono, y eso se ha reventado, hemos llegado al paroxismo de la bronca, al punto más alto y a la rotura del entendimiento básico», lamentó. Además advirtió de «que se está perdiendo el contenido político que tiene que tener la democracia y el sentimiento común de pertenencia a la misma», algo de lo que el coordinador de IU culpa a la «extrema derecha, que tiene efecto contagio sobre la derecha, y al independentismo radical».

Con este arranque de legislatura no hay lugar al optimismo. Al menos para la diputada del PP, Paloma Gázquez. «No espero nada bueno», adelantó rotunda tras «ver cómo se ha insultado y atacado al Estado, a las instituciones, a la judicatura y nadie, ni la presidenta del Congreso ni el aspirante a presidente, Pedro Sánchez, lo han parado». Para Gázquez «es terrible que el futuro Gobierno no haya sido capaz de defender a España frente a alguien cuyos votos necesita y es algo que demuestra además, que mientras el constitucionalismo permanece unido defendiendo el interés común, los demás van cada uno a lo suyo, a sus sillones, a sus reivindicaciones».

Quien también augura unos años complicados es el diputado de Vox, José María Figaredo, para el que la legislatura «pinta bastante oscura, la perspectiva es negativa», para España y, en particular, para Asturias, que «saldrá muy perjudicada, relegada a un lugar terciario». Asimismo, criticó con dureza la actitud del PSOE durante determinadas intervenciones. «Han insultado a todas las instituciones, a la monarquía, la democracia y la Constitución, y no han hecho ni una mínima defensa. Se han plegado y han tragado con ese discurso», denunció.

«Han puesto de manifiesto su incapacidad para defender a las instituciones del Estado para no herir las sensibilidades de socios, de los que solo quieren sus votos», añadió por su parte el secretario de comunicación de Ciudadanos Asturias, José Luis Costillas, para el que el tono en el que se ha desarrollado el debate en la segunda jornada de investidura «es el que a Sánchez le gusta, centrado en la confrontación y en la polarización, sin que se hayan podido debatir ideas ni propuestas».

Por otro lado, diputados asturianos como Paloma Gázquez volvieron a echar de menos «alguna alusión al futuro del tejido industrial asturiano y a sus infraestrcturas», dos de los asuntos que el Gobierno debe priorizar en Asturias, apuntó la parlamentaria popular, quien lamentó, al igual que el diputado de Vox, «el diagnóstico errado» que se ha hecho de la región. «Si no se reconoce la realidad no se pueden afrontar soluciones», apuntó. «Apoyo inmediato a la industria y un nuevo modelos de financiación equilibrado» fue lo que pidió Suárez, mientras Castañón apostó por «una ley que blinde el solo sí es sí».