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Soledad Saavedra y su hijo Alberto se despiden de Tini.

«No tengo más que palabras de agradecimiento»

Cientos de gijoneses pasaron por el Ayuntamiento para rendir tributo a su antiguo alcalde. La capilla ardiente recibió durante siete horas el incesante paso de vecinos, autoridades y compañeros del difunto Vicente Álvarez Areces

IVÁN VILLAR

GIJÓN.

Sábado, 19 de enero 2019, 04:28

Entre aplausos. Así se despidió ayer Gijón de Vicente Álvarez Areces, su alcalde durante doce años y gran valedor de la ciudad a lo largo de toda su carrera política, fallecido a las 2.57 de la madrugada del jueves. Entre aplausos ... entró ya el féretro al Ayuntamiento, puntual al mediodía, para instalar la capilla ardiente en el salón de recepciones, la cámara más noble de la Casa Consistorial. Allí, cubierto con las banderas de Gijón, Asturias y España, y ante los retratos de Jovellanos y otras destacadas figuras locales como Rufo García Rendueles, Faustino Rodríguez San Pedro o el exalcalde Andrés de Capua, Areces empezó a recibir el cariño de sus convecinos.

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Los primeros entraron en tropel, por decenas, llegando a colapsar no solo el espacio reservado al velatorio, sino también las escaleras que llevan de la calle a la primera planta. Superado ese apurón inicial, no obstante, los trabajadores municipales no tardaron en organizar un sistema más ordenado, con un lado de subida y otro de bajada. Durante más de dos horas el discurrir de gente fue continuo, con una cola que por momentos llegaba desde el lugar de pésame hasta la otra punta de la plaza Mayor. Hubo que esperar hasta la hora del almuerzo para que el ritmo se relajara, pero aún entonces el goteo de personas siguió siendo constante.

Vídeo. La viuda del exalcalde y expresidente coloca una rosa roja, símbolo del Partido Socialista, sobre el féretro de su marido. Damián Arienza

A todas las fue recibiendo con un gesto de gratitud la viuda del expresidente, Marisol Saavedra. «No tengo más que palabras de agradecimiento para tantísima gente que ha venido a manifestar el cariño y respeto que tenían por mi marido. Personas de todos los partidos políticos, de toda España, y gente de la calle a la que ni conozco. Muchas gracias por este reconocimiento. Tini era un gijonés de corazón y un asturiano de vocación, que entregó toda su vida a luchar por esta tierra. Y creo que Asturias y Gijón le están dando una despedida por la puerta grande», manifestó emocionada. Dos de las demostraciones de afecto más destacadas que recibió ayer la mujer del expresidente regional fueron las del Rey Felipe VI y la de la presidenta del Congreso de los Diputados, Ana Pastor, quienes la llamaron por teléfono para trasladarle personalmente su pésame. El Jefe del Estado destacó durante su conversacíon con Saavedra el legado dejado por Areces tras décadas de actividad política en el Ayuntamiento, el Principado y, en los últimos años, el Senado. La delegada del Gobierno en Asturias, Delia Losa, sumó a estas condolencias la del Presidente del Gobierno, Pedro Sánchez. «Está muy consternado, porque lo conocía desde hace muchos años y siempre había tenido muy buena relación con él», afirmó.

Familia socialista

Además de su familia biológica, junto al féretro de Areces estuvo en todo momento recibiendo los pésames su familia política, representada por los secretarios generales de Gijón y Asturias, Iván Fernández Ardura y Adrián Barbón, la vicesecretaria general del PSOE, Adriana Lastra y los concejales del grupo municipal socialista, con José María Pérez a la cabeza, alguno de ellos especialmente afectados. En la apertura y el cierre de la capilla ardiente les acompañaron el resto de miembros de la Corporación, con la alcaldesa Carmen Moriyón al frente. También, por supuesto, la anterior regidora, Paz Fernández Felgueroso. Y entre las autoridades que desfilaron se incluyeron los alcaldes de Oviedo, Wenceslao López, y Avilés, Mariví Monteserín.

No dejaron de desfilar por el Ayuntamiento compañeros del difunto tanto en el gobierno local como en el regional: Mercedes Fernández, Francisco Buendía, Jesús Morales, Teresa Ordiz... El exedil y exsecretario general de los socialistas gijoneses, José Manuel Sariego, aseguró haber recibido la muerte de Tini Areces como «un zarpazo, porque nadie esperaba que desapareciera de repente, sobre todo conociendo sus ganas y su vitalidad». Y la histórica militante socialista Ángeles Flórez, Maricuela, lamentó tener que ver con cien años ya cumplidos cómo se iba «una muy buena persona, demócrata y que hizo un trabajo maravilloso para modernizar Gijón. Me da mucha pena tener que ser yo la que venga a su funeral».

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También le llovieron elogios desde antiguos representantes de la oposición. La expresidenta local del PP, Pilar Fernández Pardo, consideró que se trata de «una gran pérdida para la ciudad» y añadió que «fue uno de los mejores políticos que ha habido en Asturias en los últimos 30 años, y al que Gijón le debe mucho». El exportavoz municipal de IU, Jorge Espina, aseguró que deja «una huella imborrable, porque el Gijón de los que tenemos cuarenta años no sería el mismo sin la presencia ni las ideas de Tini Areces».

El padre Ángel destacó que «irradiaba alegría y entusiasmo» y bromeó con que «todos le recordaremos como ese bonachón que que todos habríamos querido tener en nuestra familia». Y el expresidente de Proyecto Hombre, Luis Manuel Flórez, señalaba que «en él descubrí una persona fenomenal, un gran luchador y un político con vocación de servicio público». Para el presidente de la Cámara de Comercio, Félix Baragaño, «fue un tractor de nuestra región y hombre que será difícil de sustituir». Más le costó hablar sobre el difunto al anterior presidente de los empresarios de la comarca, un emocionado Luis Arias de Velasco que no pudo más que resumir la figura de Areces cmo «un gran político y sobre todo un gran amigo». El secretario comarcal de UGT, Fernando Díaz Arnaiz, destacó que «fue uno de los pioneros en el diálogo social, para que los sindicatos, la patronal y los gobiernos se sentaran para busar acuerdos que generaran actividad económica y empleo». Y su homólogo en CC OO, Víctor Manuel Roza, le agradeció «haber estado en esta ciudad y trabajado para que fuese lo que es hoy».

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También desde el movimiento vecinal quisieron dar ayer su último adios a quien encabezó la Corporación municipal durante más de una década. El presidente de la federación vecinal de la zona urbana, Adrián Arias, remarcó que como alcalde «lideró proyectos de tinte progresista y modernizó Gijón para situarla entre las ciudades más importantes de España». Tita Caravera le definió como «un buen alcalde» y «una persona amable que donde quiera que estaba se hacía notar, porque iba a saludar a todo el mundo». La expresidenta de la asociación de vecinos de Cimavilla, Aida Artime, coincidía en hablar de él como alguien «muy próximo, que se acercaba a ti y te saludaba allá donde te viera». Le consideró «el alcalde de Gijón, porque fue sin duda el que hizo esta ciudad».

Puerta abierta al ciudadano

Entre quienes trabajaron mano a mano con él estuvo Juan González-Salas, interventor municipal durante 35 años, incluidos los tres mandatos de Areces. «Esos años fueron una experiencia tremenda, de los que guardo un recuerdo muy entrañable. Fue la época de la gran transformación del Ayuntamiento como institución, con un modelo que luego fue copiado por muchas ciudades». El hoy portero mayor, Humberto Estrada, señaló que «fue una época de abrirse al ciudadano, y solo hay que ver la gente que está aquí porque le apreciaba. Valoraba mucho a las personas, y si se le planteaba cualquier problema,lo atendía en la medida que fuera posible». Añadió que «fue una persona con mucho vigor, y de alguna manera se lo hacía llegar también a los demás».

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Marta Cora Steer, viuda del exconcejal del Partido Comunista Andrés Álvarez Costales, recordaba su lucha junto a Areces «en la clandestinidad», antes de la Transición. «Fue un personaje increíble, siempre lleno de ideas y entusiasmo. Para él, si las cosas no salían bien había que volver a intentarlas. Es una pena que se nos estén yendo todos estos referentes». Muchos gijoneses de a pie recordaban ayer a su alcalde. Ángel Raneros, «socialista de toda la vida», contaba cómo la primera vez que se presentó a las elecciones municipales «no le voté porque no le conocía de nada. Pero tras ser elegido alcalde leí una entrevista suya en EL COMERCIO y me dije 'si dentro de cuatro años cumpliste, ahí me tienes'. Cumplió el 70% u 80%, y desde entonces tuvo siempre mi voto. Era muy campechano y cercano, y siempre decía a todo 'sí, pero no aseguro nada'. Nada negaba de frente».

En representación de EL COMERCIO acudieron a despedir al expresidente el director del periódico, Marcelino Gutiérrez, su director general, Goyo Ezama, y el presidente del consejo de administración, José María González.

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A las siete Areces dejó la Casa Consistorial entre los aplausos de doscientas personas congregadas en la plaza Mayor. Gijón decía adiós a su alcalde.

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