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ANA MORIYÓN
OVIEDO.
Lunes, 3 de junio 2019, 02:20
Los 45 diputados elegidos en las elecciones autonómicas recogen hoy sus respectivas actas en un simbólico arranque de la legislatura más fragmentada de la historia de la Junta del Principado. Siete fuerzas políticas, una más que en la anterior etapa, que también había sido la ... más plural hasta la fecha, compartirán bancada en los próximos cuatro años. Se trata además de una Cámara renovada prácticamente en su totalidad, concretamente en un 80%, ya que solo nueve parlamentarios de la pasada legislatura repiten escaño.
Veinte diputados del PSOE, diez del PP, cinco de Ciudadanos, cuatro de Podemos, dos de IU, otros dos de Foro y, como novedad, dos de Vox, que irrumpe en este hemiciclo por primera vez, conforman la cada vez más troceada tarta parlamentaria. Una diversidad política que no deja margen para mayorías absolutas, aunque la victoria socialista ha sido tan aplastante que sitúa al equipo de Adrián Barbón en una cómoda posición, con capacidad para gobernar tanto con el bloque de la izquierda que componen Podemos e IU como con Ciudadanos. De hecho, el candidato de la formación naranja, Juan Vázquez, en un desmarque de la tesis defendida por la dirección nacional, ya ha manifestado su deseo de alcanzar acuerdos con el PSOE para evitar precisamente que Podemos pueda imponer sus políticas «populistas» en el Gobierno.
El PSOE aún no ha dado pistas de qué tipo de acuerdos pretende articular ni con quién, dice no tener «prisa» en hacerlo. Se vuelca, por el momento, en resolver los pactos de índole municipal. Está por ver si Barbón y los suyos se dejan finalmente convencer por el exrector de la Universidad de Oviedo o si optan por alcanzar un más previsible pacto por la izquierda para garantizar la gobernabilidad.
La primera pista de por dónde van a ir las relaciones en esta legislatura podría verse en el pleno de constitución de la Junta General, previsto para la tercera semana del mes de junio, cuando se elija mediante votación a su presidente y a los otros cuatro componentes de la Mesa de la Cámara. No es una cuestión baladí. Por número de escaños el PSOE estaría en disposición de autoasignarse dos de estos cinco puestos pero, incluso, si cediera uno de ellos en favor de un mayor reparto entre todos los partidos, al menos dos fuerzas quedarían sin representación en el órgano rector del Parlamento. De ahí que todos estén haciendo ya sus propias cábalas y buscando aliados para tratar de hacerse un hueco en este ente, con capacidad para decidir qué asuntos se tramitan o no, fijar el calendario de actividades del Pleno y de las comisiones, asignar presupuesto, número de asesores y hasta los escaños en el salón de sesiones. Cuestiones todas de vital importancia en una Junta con un presupuesto limitado que repartir entre cada vez más partidos.
Tras el PSOE, como segunda fuerza política y líder de la oposición, se mantiene el PP que, con Teresa Mallada como cabeza de cartel, obtuvo diez escaños. Sin embargo, su mal llevada bicefalia está enturbiando el día a día de esta organización y no se descarta que estalle en cualquier momento. Tampoco Ciudadanos puede presumir de equipo cohesionado. Antes de recoger el acta ya se han escuchado voces discordantes con su candidato, Juan Vázquez, por haberse ofrecido a pactar con el PSOE al margen de las decisiones del comité de pactos del partido.
La ejecutiva de Podemos se reunió el sábado para analizar el debacle que sufrió el partido en las pasadas elecciones, quedándose solo con cuatro de los nueve diputados que tenía en la pasada legislatura. Un mal resultado del que el sector oficial del partido responsabiliza a la dirección nacional aunque, sin embargo, entiende que no le resta capacidad para imponer sus políticas en Asturias.
La situación de IU tampoco es muy halagüeña. El socio preferente del PSOE se quedó con dos diputados y permanece descabezado desde marzo tras la dimisión de quien fuera su coordinador regional, Ramón Argüelles, después de perder las primarias contra Ángela Vallina. Mientras que, en Foro, su presidenta, Carmen Moriyón, renunció a su escaño tras los comicios al entender que no había cubierto las expectativas y ni tan siquiera va a recoger hoy el acta de diputada, en favor de Pedro Leal, aunque se mantendrá al frente del partido. Por otra parte, el reparto parlamentario hace que Vox, pese a irrumpir con dos diputados en la Junta, no tenga un papel decisivo y su presencia pueda pasar casi desapercibida.
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