Secciones
Servicios
Destacamos
La heterogénea mayoría de los Presupuestos y la gestión de la pandemia pasan factura a Pedro Sánchez. El barómetro del CIS de diciembre refleja que el PSOE volvería a ganar las elecciones, pero ahí acaban los buenos datos para los socialistas. Su ventaja sobre el ... PP se ha reducido en punto y medio en un mes. El bloque de la derecha supera por primera vez en estimación de voto, 43,7%, al de la izquierda, 40,3. Y su sangría electoral se consolida con la pérdida de dos puntos en solo tres meses.
El estudio se realizó entre el 1 y el 9 de diciembre, al mismo tiempo que se aprobaban en el Congreso los Presupuestos para 2021 con una alianza que al parecer no gusta a parte del electorado socialista. El PSOE ganaría las elecciones con el 29,5% de los votos, en septiembre la estimación era de 31,5, y el mes pasado de 30,4. Con todo, su ventaja sobre el PP aún es sólida, 10,3 puntos, pero no se puede olvidar que hace dos meses era de 12.
Otro indicador preocupante para los socios de Gobierno es que la suma de PSOE y Unidas Podemos ya no supera al bloque de la derecha. La estimación de voto de PP, Vox y Ciudadanos aventaja en dos puntos y medio a socialistas y morados. Aunque la correlación de fuerzas se corregiría con las aportaciones de los socios menores en los Presupuestos. Entre ERC, PNV, Bildu y Más País-Compromís reúnen casi el 8% de la estimación de voto. Es llamativo el crecimiento de la formación de la izquierda abertzale, que casi duplica sus expectativas al pasar del 0,7 en noviembre al 1,2 en diciembre, y de Más País-Compromís, que crece seis décimas. Subidas que palían las caídas de ERC y PNV. Aunque son datos que se deben leer con prevención porque las muestras son poco significativas, sobre todo en el País Vasco, 138 entrevistados, de un total de casi 4.000.
Pero lo que no admite discusión es que PSOE y Unidas Podemos han agudizado su tendencia descendente los últimos meses. Los nubarrones empiezan a surgir en un horizonte que en la Moncloa dibujaban despejado una vez aprobadas las Cuentas del Estado, trámite que culminará esta semana en el Senado. Al inevitable desgaste por la gestión de la pandemia y la consiguiente crisis económica que han sufrido casi todos los gobernantes del mundo, hay que sumar la política de alianzas presupuestarias de Sánchez, muy contestada por la oposición y con resistencias dentro del PSOE, sobre todo por el componente Bildu.
Los socialistas se mantienen por encima de los resultados obtenidos en las últimas generales, cuando reunieron el 28,3% de los votos, aunque la curva descendente no muestra signos de cambiar de tendencia. En el PSOE confían en la amplia agenda social que tiene el Gobierno en cartera -su primer exponente ha sido la aprobación de la ley de eutanasia- para revertir la situación. Pero está por ver.
Lo que no admite muchos matices es el declive de los morados. Es evidente. El 10 de noviembre de 2019 cosecharon el 13% de las papeletas, respaldo que nunca han vuelto a tener desde entonces. Ahora están en el 10,8%, seis décimas menos que hace un mes. La estrategia defendida por Iglesias de alimentar la confrontación dentro del Consejo de Ministros para hacer visible la presencia en el Gobierno de Podemos con posiciones más a la izquierda no parece surtir efecto. Las preferencias por su partido declinan mes a mes en los sondeos del CIS, pero también en otros estudios privados.
El PP eleva su estimación de voto con moderación. Sigue lejos del PSOE, pero crece, aunque con dientes de sierra. Con el 19,2%, ha mejorado en seis décimas respecto a noviembre, pero no ha alcanzado aún los niveles de apoyo de las últimas generales, cuando el 21% de los votantes apoyaron a Pablo Casado.
Todo lo contrario sucede con Ciudadanos, que se recupera con pulso firme. Su intención de voto se sitúa en el 10,5%, empate técnico con Podemos. Solo en el último mes ha ganado un punto, y tres y medio respecto al costalazo de las últimas generales. ¿Recoge votantes fugados del PSOE o es un reconocimiento a su giro pactista? Las dos lecturas pueden servir.
Vox también se afianza. La fallida moción de censura contra Sánchez no ha hecho mella entre el electorado más a la derecha. Con un 14% de intención de voto y con una sólida mejoría, ha ganado ocho décimas en el último mes, se ha afianzado como tercera fuerza nacional.
Los catalanes consideran que su principal problema es la independencia, antes que la covid-19 o la crisis económica. El 35,1% de los encuestados por el CIS en esa comunidad apuntan a la secesión de España como su principal preocupación por un 32,6% que señala a los problemas económicos y el 17,6% a la pandemia. Una visión de la realidad que difiere bastante con la del resto de España. El barómetro señala que el 42,6% de los ciudadanos considera que la crisis económica es el gran problema del país, seguido por el coronavirus (38%) y el paro (28,1%). La independencia de Cataluña solo es mencionada por el 1,4% de los consultados por el CIS.
¿Ya eres suscriptor/a? Inicia sesión
Publicidad
Publicidad
Te puede interesar
Publicidad
Publicidad
Esta funcionalidad es exclusiva para suscriptores.
Reporta un error en esta noticia
Comentar es una ventaja exclusiva para suscriptores
¿Ya eres suscriptor?
Inicia sesiónNecesitas ser suscriptor para poder votar.