Ciudadanos da el portazo a los Presupuestos

La presidenta de los liberales escogió el argumento del apoyo de Esquerra Republicana y EH Bildu a las Cuentas para justificar su rechazo. También alegó la negativa del Gobierno a aceptar dos cuestiones técnicas, las ayudas a fondo perdido para autónomos y pequeñas empresas, y considerar baja laboral pagada para los padres que tuvieran que quedarse en casa por la cuarentena de sus hijos. Pero la razón de fondo es que Ciudadanos no ha logrado convertirse en el socio preferente del Gobierno para imprimir un sesgo «moderado y centrista» a su gestión. Pedro Sánchez, defensor de la presencia de los liberales en la mayoría presupuestaria, no podía poner en riesgo la cotinuidad de la coalición porque Pablo Iglesias había hecho 'casus belli' de la exclusión de los liberales.

El presidente del Gobierno, se quejó Arrimadas, ha preferido «coger la mano de (Arnaldo) Otegi y (Oriol) Junqueras» en vez de la de Ciudadanos. Además, añadió, ha hecho «contrapartidas intolerables» al independentismo vasco y catalán cuando ERC y Bildu son dos apoyos «aritméticamente innecesarios y éticamente inaceptables».

Un cálculo discutible porque con los diez escaños de Ciudadanos, en la hipótesis de que se mantuviera el respaldo de los seis del PNV, no alcanzaría para una mayoría. La firma del partido naranja en las Cuentas y la aceptación de sus propuestas hubiera suscitado el rechazo del bloque de la investidura, y hasta es posible que el de Unidas Podemos.

La negativa de Ciudadanos más parece relacionada con la revuelta interna y las críticas externas que afronta Arrimadas por su aproximación al Ejecutivo de Sánchez. Además, algunas de sus principales demandas –supresión de la subida de impuestos a las clases medias, mantenimiento de la bonificación al diesel y la tarjeta sanitaria única para todo el país– habían sido aceptadas.

Por eso Arrimadas recurrió a los planteamientos ideológicos y nacionalistas para sustentar su negativa. Su presencia en la alianza presupuestaria chirriaba con los planteamientos del resto, bien fuera por la vertiente identitaria bien fuera por la contraposición con posturas más a la izquierda.

Pero la líder de los liberales no se resignó a dejar pasar sin rentabilizar la aproximación al Gobierno y el alejamiento del PP. Defendió que es viable la tercera vía «centrista» que atribuyó a Ciudadanos. Sánchez, dijo, no podrá refugiarse en el burladero de que «no ha tenido otra opción» para sacar adelante los Presupuestos porque «la vía de la moderación existe».

Arrimadas hurgó en la brecha abierta entre los socialistas por el acuerdo con los independentistas vascos y catalanes en detrimento del entendimiento conCiudadanos, y parafraseó el mensaje de Felipe González: «Hoy muchos españoles se sienten huérfanos», y entre ellos, «muchos votantes socialistas». El expresidente había dicho unas horas antes que le invadía «un sentimiento de orfandad» al ver el derrotero que ha tomado el Gobierno y el PSOE con su acercamiento a Esquerra y Bildu.

Descontado el 'no' de Ciudadanos, Sánchez todavía cuenta con una sólida mayoría por encima de los 180 votos para que el Congreso apruebe el próximo jueves los Presupuestos. Tiene los 155 escaños de la coalición gubernamental más los trece de Esquerra, seis del PNV, cinco de Bildu y uno de Compromís, y está cerca de sumar los de Más País, Nueva Canarias, Teruel Existe y Partido Regionalista de Cantabria.