Ciudadanos, Podemos, IU y Foro allanan el camino para la aprobación de los presupuestos

Los dos socios preferentes, Podemos e IU, se mostraron satisfechos con la apuesta por «el corazón social» de las cuentas. La portavoz de IU, Ángela Vallina, para quien «nadie entendería que no hubiera presupuestos, destacó «el aumento considerable de recursos, tanto con el fondo de rescate como por el incremento de capacidad de la Consejería de Derechos Sociales». Vallina se felicita porque se haya recogido una demanda de su formación, «que se mantengan en este departamento los 'ahorros' del Salario Social tras la entrada del Ingreso Mínimo Vital».

A esta medalla también se apuntó Podemos. Para esta formación, también es relevante la inclusión de otras de sus batallas: el incremento de la inversión en dependencia y la apuesta por la política de emancipación juvenil. «Se apuesta por una política expansiva con incremento de gasto a diferencia de crisis anteriores», subrayó su portavoz, Daniel Ripa. En su agenda, de cara a la tramitación sigue figurando la fiscalidad y que «se equilibre entre los que están ganando con esta crisis y los que están perdiendo».

Desde Ciudadanos, una de cal y una de arena. «No es el presupuesto que hubiéramos puesto encima de la mesa, pero seguiremos negociando para conseguir mejorarlo», subrayó su portavoz parlamentaria, Susana Fernández. En esta formación se muestran satisfechos por la inclusión de sus propuestas del bono de conciliación familiar, la inversión en digitalización de las aulas o las bonificaciones fiscales para el asentamiento en zonas rurales. El cuarto en discordia, Foro, a través de su portavoz, Adrián Pumares, celebró «el incremento de la inversión productiva» puesto que «fue una petición de Foro, ya que resulta fundamental para reactivar la economía, especialmente en una situación como esta». Pumares, quien confirmó que seguirá negociando para mejorar las cuentas, se mostró preocupado con «el nivel de endeudamiento» y emplazó a «acometer la reforma pendiente del sector público».

Estos posibles apoyos a las cuentas regionales confluirían, en palabras de la portavoz del PSOE, Dolores Carcedo, en un «presupuesto sólido» que se logre «desde la unión política aun con diferencias ideológicas». Carcedo defiende que estas cuentas «ponen todos los recursos disponibles para afrontar la recuperación económica y social».

Hasta aquí un escenario que poco tiene que ver con el análisis que hacen desde el Partido Popular quienes califican estas cuentas de «egoístas, insolidarias y producto de una operación de marketing». El portavoz adjunto del PP en la Junta, Pablo González, se preguntaba ayer «dónde van a parar los 660 millones adicionales» que figuran en el presupuesto. «De ellos, solamente el 15% -100 millones- se destina al rescate de los sectores más necesitados, como autónomos, hostelería y micropymes que lo están pasando muy mal y lo seguirán pasando muy mal porque este fondo no responde a nada». González acusó al Gobierno de «insolidario» porque «es incapaz de aligerar sus gastos para destinar más recursos a las familias». El portavoz cree que esos 100 millones solo servirán «para uno o dos meses en función de que haya ERTE o no». Sobre las ayudas previstas, Ciudadanos y Vox se sumaron en el calificativo de «insuficientes», mientras que Foro reivindicó el hecho de que «no tributen» es gracias a una exigencia suya.

Por su parte, desde Vox -partido excluido por el Gobierno en las negociaciones- criticaron el nivel de endeudamiento. Para su portavoz, Ignacio Blanco, «Adrián Barbón es ya el presidente de la deuda, ya que se trata del mayor endeudamiento anual de un presidente del Principado, representando casi tres millones de euros de deuda al día».