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Ana moriyón
Domingo, 29 de diciembre 2019, 23:44
Los primeros presupuestos de Adrián Barbón están más en el aire que nunca. Cuando parecía que las cuentas socialistas estaban a punto de aprobarse gracias al apoyo de IU y de los compromisos adquiridos por el Principado con Ciudadanos y Foro, que a cambio favorecerían la tramitación presupuestaria absteniéndose en la votación final, todo se tambalea. Ciudadanos Madrid ha dado orden explícita al grupo parlamentario de la formación naranja para que vete los presupuestos autonómicos de 2020, dejando su aprobación en suspenso. Las cuentas socialistas, que superaron la fase de enmiendas a la totalidad gracias a la abstención de Podemos, Ciudadanos y uno de los dos diputados de Foro, se someten este lunes a la aprobación definitiva con numerosas incógnitas. Su aprobación queda ahora en manos de la decisión que adopte el grupo parlamentario de la formación naranja, que ayer recibía la orden de Madrid como un jarro de agua fría, pero también del posicionamiento final de Podemos e incluso de que uno de los dos diputados de Foro vote favorablemente al dictamen final.
No hay todavía nada escrito ya que existen dudas sobre la decisión de los cinco diputados de Ciudadanos. El grupo parlamentario que lidera Laura Pérez Macho había venido informando del avance de las negociaciones con el PSOE en los correspondientes órganos y contaba con el visto bueno del comité autonómico, donde ningún miembro había planteado reparos a la estrategia adoptada, que pasaba por abstenerse en la votación final. Bien es cierto que la decisión del grupo parlamentario había levantado ampollas en algunos sectores del partido procedentes de la agrupación local de Oviedo, donde este partido gobierna en coalición con el PP.
Con este nuevo escenario las miradas se ponen también en Podemos. La formación morada, que partía como socio preferencial para Barbón, no ha llegado a ningún acuerdo hasta el momento con el PSOE y la desconfianza entre ambas formaciones es mutua. En todo caso, la formación morada no participó en la fase de enmiendas a la totalidad y votó en contra de las presentadas por PP y Vox. Hasta ahora, se desconoce su decisión, que ni siquiera se ha llegado a someter al voto del Consejo Ciudadano Autonómico, pese a que estaba previsto que así ocurriera durante la jornada dominical. La posibilidad de que el voto de Ciudadanos pueda tumbar estas cuentas podría también condicionar el voto final del grupo parlamentario de Lorena Gil. Igual que podría condicionar el voto de Foro o, al menos, del portavoz del grupo parlamentario, Adrián Pumares, que, siguiendo las directrices de la Comisión Directiva, se había abstenido en la fase de enmiendas a la totalidad para dejar pasar las cuentas a la siguiente fase. No así su compañero de bancada, Pedro Leal, que rompiendo la disciplina de voto apoyó los reparos de PP y Vox. Ante la nueva situación no sería tampoco descabellado que, siguiendo directrices del partido, Pumares cambie su abstención por un voto en positivo al dictamen final para evitar la prórroga.
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