-¿Cómo le propuso Barbón incorporarse a la candidatura?
-Me llamó Gimena (Llamedo, secretaria de Organización de la Federación Socialista Asturiana) y me preguntó si estaría interesada. La verdad es que me cogió por sorpresa. Ella sabía que yo cesaba en mayo en Cruz Roja porque era cuando acababa los ocho años de mandato, incluso tenía el relevo buscado. Entones me lo propuso y casi ni me dio tiempo a pensarlo. Como terminaba un proyecto y me parecía una propuesta muy interesante, acepté. Sobre todo, es un honor que hayan pensando en mí, en ningún momento me lo hubiera imaginado.
-¿Por qué se decidió a aceptar?
-Siempre estuve en temas sociales. Pasé dieciséis años en Cruz Roja y 30 como trabajadora social, y creo que hay que dar el paso hacia puestos donde también puedas transformar un poco, apoyar y ofrecer el conocimiento que tienes de la realidad social, algo que le viene bien a toda la política. En definitiva, estar donde se pueden cambiar las cosas.
-¿Había tenido contacto con la política con anterioridad?
-Nunca. El único contacto que he tenido con políticos ha sido relacionado con mi trabajo. Por ejemplo, si vas a un ayuntamiento evidentemente hablas con el alcalde y los concejales. Desde Cruz Roja tienes que negociar y dar a conocer la institución, pero nunca he tenido relación con la política ni he militado en ningún partido. Soy independiente.
-¿Qué le parece la candidatura de la que forma parte?
-Conozco a algunas personas, pero poco, porque hayamos podido coincidir en un acto de Cruz Roja. En este momento tengo mucha relación con Gimena porque coincidimos bastante cuando ella estaba en la Agencia Asturiana de Cooperación y empezamos con el tema de los refugiados.
-¿Sabe si tendrá responsabilidad en el Gobierno si gana el PSOE?
-No. Estos días estoy rematando cosas, sobre todo en el área de Cruz Roja para dejarlo todo preparado porque, además, coincide con las elecciones, que serán el 12 de abril. Les he pedido tranquilidad para cerrar esa parte. También en el Ayuntamiento, quieras o no, me va a afectar también el Ayuntamiento me va a a afectar, por lo que estoy intentando adelantar cosas. De momento, no hemos hablado de nada, pero sí me han pedido que eche un vistazo a la parte social del programa. Y la semana que viene empezaré a trabajar en ello para ver qué puedo aportar.
-Dentro del aspecto social, ¿qué mejoraría en Asturias?
-En Asturias, aunque siempre nos quejamos, sobre todo los que trabajamos en la parte social porque parece que todo es poco, creo que tenemos que felicitarnos por los servicios sociales que tenemos. No nos quepa duda a nadie. No es porque esté ahora en este cargo político, siempre lo he dicho: la crisis en Asturias ha sido dura, pero, si no hubiera habido el apoyo de los servicios sociales y del salario social por parte del Principado, habría sido mucho peor. Creo que hay muchas cosas por hacer y revisar. El salario social lleva mucho tiempo siendo una prestación y tiene que empezar a hacerse más intervención para salir para que la gente salga de ahí. Aunque, en general, hay muchas cosas que están haciéndose bien.
-¿Qué opina de las críticas de la derecha a un presupuesto regional «demasiado social»?
-Me parece demasiado arriesgado calificar a un presupuesto de demasiado social. Otro problema que me preocupa es el de las mujeres. Conozco de primera mano, porque la veo en mi trabajo, la violencia de género, y tenemos los recursos muy complicados. Ha habido momentos en que la ocupación llegó al 100%, así que habrá que darle una vuelta a esto. Aunque tenemos la Casa Malva y toda la red de casas, pero hay que implicarse un poco más.
-¿Y en tema de vivienda?
-Ese tema también me preocupa porque hay mucha demanda de vivienda social, de modo que habría que ver el parque con el que contamos. Es un problema real. Atiendo diariamente a personas en una situación muy complicada de vivienda.
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