Efectivos de la UME descontaminándose. M. Defensa

La Brigada de Sanidad de Defensa: 600 militares para atender a 20.000 personas

El Ejército está listo para apoyar a las autoridades civiles con hospitales de campaña y la UME despliega 144 efectivos de descontaminación

Mateo Balín

Madrid

Domingo, 15 de marzo 2020, 20:09

La semana pasada Italia, «espejo» de la crisis sanitaria que vive España según los expertos, aprobó un decreto especial que activaba a las Fuerzas Armadas. Su objetivo era dar apoyo al personal sanitario y a las fuerzas de seguridad para aplicar las medidas de ... choque contra la propagación del virus.

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En los hospitales de Lombardía, región donde se originó el brote, los militares llevan a cabo servicio asistencial de primera necesidad ante el colapso de las Urgencias. En concreto, instalaron material de campaña para poner en marcha el llamado «triaje de guerra». Es decir, el protocolo de intervención para seleccionar y clasificar el estado de los enfermos recién llegados al centro sanitario. Realizan una evaluación sintomatológica y deciden en cuestión de minutos quién tiene un riesgo más alto de fallecer.

El método se aplica en la medicina de emergencias y desastres, y llevó a los hospitales más castigados por las consecuencias del COVID-19, en Lombardía, Piamonte o Véneto, a un ejército de sanitarios con amplia experiencia en misiones internacionales y zonas de conflicto, acostumbrados a tomar decisiones de vida o muerte.

En España, ese cometido corresponde a la Brigada de Sanidad (BRISAN) del Ejército de Tierra. Se trata de una unidad relativamente joven, creada a finales de 2005, y constituida por personal con una experiencia en asistencia sanitaria a víctimas de conflictos y catástrofes. Está dotada de material moderno que le permite proporcionar un nivel asistencial «casi tan elevado» como el disponible en la red hospitalaria nacional, señala un portavoz del Ejército.

La BRISAN dispone de entre 400 y 600 efectivos, que se encuentran acuartelados en Pozuelo de Alarcón (Madrid) y en Zaragoza. La estructura piramidal de la brigada se compone de un cuartel general, el acuartelamiento 'General Cavalcanti' de Pozuelo, un jefe de la Fuerza Logística Operativa y las llamadas Unidades de Sanidad: dos agrupaciones y tercer equipo de Apoyo Logístico Sanitario y Hospital de Campaña (el 1 de julio de 2019 este grupo quedó disuelto, reubicándose su personal y material entre el resto de unidades).

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En su conjunto, los medios humanos y materiales están capacitados para atender a unas 20.000 personas en situación de urgencia, según recoge la web del Ministerio de Defensa, gracias al despliegue modular de su hospital de campaña sobre tiendas y contenedores.

«Es lo mismo que hace el SAMUR en Madrid, cuyos procedimientos en situaciones de emergencia, que ellos han adaptado y perfeccionado, se los hemos transmitido nosotros. Es un procedimiento militar: conocer bien lo que hacemos, desplegar adecuadamente y tener un buen enlace para enterarnos de lo que está pasando», relataba el anterior jefe de la Brisan, el general Manuel Guiote, tras la crisis del ébola de 2014.

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Unidad de descontaminación

Cuando se creó la brigada de Sanidad -hoy liderada por el general médico Manuel Cesareo López- tenía capacidad operativa para movilizar más de un centenar de camas (16 de UCI), realizar 20 intervenciones quirúrgicas al día, asistencia inmediata de laboratorio o la gestión de los recursos sanitarios (mascarillas, respiradores o test).

De forma paralela a la BRISAN, otra unidad integrada en la Fuerzas Armadas tiene capacidades ante una crisis sanitaria: la Unidad Militar de Emergencias (UME). El Grupo de Intervención de Emergencias Tecnológicas y Medioambientales (GIETMA) dispone de 144 efectivos muy cualificado y de los más modernos sistemas de identificación, descontaminación e intervención en este tipo de situaciones. La dedicación exclusiva de estos riesgos hacen del GIETMA una herramienta «de máximo valor añadido» que la UME aporta al Sistema Nacional de Protección Civil, comenta un portavoz.

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Este equipo ya ha participado en la descontaminación de plantas de reciclaje, emisiones radiológicas o aguas contaminadas. Cuenta con un laboratorio portátil basado en dos contenedores de 20 pies. Los equipos instalados tienen capacidad, en las máximas condiciones de bioseguridad, de realizar en un máximo de cuatro horas la identificación confirmada química o biológica de una muestra. Este domingo un equipo del GIETMA ya comenzó a inspeccionar las principales estaciones de trenes -Atocha o Chamartín-, autobuses y metro de Madrid y otras ciudades limítrofes de la capital.

     

     

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