Barbón celebra la decisión de Sánchez: «Nos quisieron quebrar, pero no van a conseguirlo»

Defiende Barbón que estos días, estos «cinco días que pasarán a la historia», «no iban solo de Pedro Sánchez, sino de qué tipo de democracia queremos, de si merecía la pena soportar el acoso. Me quedo con lo que ha dicho el presidente: que sigue con más fuerza, si cabe». Asentían junto a él Clara Sierra, secretaria de Acción Electoral y Estrategia; Noelia Macías, secretaria de Política Municipal; Gimena Llamedo, vicepresidenta y consejera de la Presidencia; Rita Camblor, vicesecretaria general; Juan Cofiño, presidente de la Junta General del Principado; Álvaro Valle, secretario de Medio Ambiente, Planificación Territroal, y Dolores Carcedo, portavoz del grupo parlamentario del PSOE en la Junta.

Porque el mensaje no ha sido solo el del «cariño» al presidente «que hemos tratado de transmitirle estos días», sino de una situación de mucha mayor trascendencia. Tanta como la dimisión de Adolfo Suárez en 1981. A ese momento ha hecho referencia Barbón en varias ocasiones, e incluso ha repetido parte del discurso de entones. «En España dimitió un presidente por el clima político y hemos estado a punto de vivir la dimisión de otro. Y ver cómo un presidente casi dimite ante un clima tóxico tiene que hacernos reflexionar. Estamos a tiempo de poner una barrera, de conseguir una democracia plena y avanzada. Los adversarios no son enemigos, no todo vale».

Ha hecho referencia el presidente asturiano también a ese «plan de regeneración democrática», a la espera de ver en qué se concreta, aunque convencido de que esto «marca un punto de ruptura. Ya nada va a ser lo mismo. Estos días formarán parte de la historia política».

En ningún momento los socialistas asturianos han contemplado otra posibilidad que no fuera la de que Sánchez se mantuviera en la Presidencia, ha dicho Barbón, aunque también ha dejado claro que «nadie conocía la decisión». Y no han contemplado la dimisión por «la movilización» de la gente y porque, lo contrario, hubiera llevado a «una situación de inestabilidad política. Recuerdo lo de Suárez y lo que pasó después...», ha dejado en el aire.

La FSA ha querido en su mensaje llamar también a la «reflexión colectiva», a pensar «qué sociedad tenemos y qué sociedad queremos, qué política tenemos y qué política queremos». «Libertad de expresión no puede ser nunca libertada de difamación», ha añadido. Y más: «La sinrazón no puede ser la rutina». Y ha traído Barbón todo eso al escenario político asturiano, que ha procurado, dice, «mantener a salvo del clima tóxico que se vive a nivel nacional», aunque ha lamentado que también en Asturias «se ven conatos».

Su último mensaje ha sido para los militantes asturianos pro su apoyo, porque «había una sensación pesimista, pero también una esperanza. Y la esperanza venció al miedo. Nos quisieron quebrar, quebrar al partido, no solo a Pedro Sánchez, pero no van a conseguirlo». Y también para la sociedad, en general: «Que estos cinco días nos hayan servido para iniciar una nueva etapa en política. Nos hemos asomado al precipicio, un presidente ha estado a punto de caer por insultos y calumnias, y eso no puede ser. Hay otra forma de hacer política y es la que se va a construir a partir de ahora».

«Este alto en el camino nos tuvo que hacer, como dijo Pedro Sánchez, para reflexionar». Fue la primera reflexión con la que Adrián Barbón se había asomado unos minutos antes a las redes sociales para pronunciarse tras el anuncio de Sánchez de que sigue al frente del Gobierno tras meditar durante cinco días su continuidad.

El presidente del Principado se ha preguntado en el mismo mensaje sobre el tipo de sociedad y de política a la que aspira la ciudadanía y ha cerrado su publicación abogando «por un debate político que no se base en destruir al adversario, que no se fundamente en la calumnia».

En la misma red social, Barbón había reaccionado con un emoticono de un corazón sobre el tuit anunciando que Pedro Sánchez seguía al frente del Ejecutivo.

Con «mucha satisfacción» pero también con grave discurso, Adriana Lastra, vicesecretaria general, de Acción Política e Institucional, ha valorado la situación, el resultado de esta «reflexión colectiva que ha surtido efecto». Lastra, como Barbón, ha hablado de regeneración política y democrática, pero ha ido más allá.

«Hablamos de personas que van al Congreso de los Diputados a llamar 'hijo de puta' al presidente del Gobierno, que basan campañas electorales en llamar así al presidente… Hemos tenido alcaldes apaleados, ataques a sedes, hemos sufrido ataques en redes, insultos por la calle yo misma...». Ese es el escenario que ha dibujado Lastra, por lo que defiende que «era necesario parar, que todos nos preguntáramos qué estaba sucediendo, hasta dónde va a llegar la derecha y la extrema derecha en esa degradación democrática». «Hay que elevarse sobre el ruido», ha repetido en varias ocasiones Adriana Lastra, que ha recurrido a Joaquín Sabina para «mandarle un mensaje a Pedro y a su familia y a todos los socialistas: hay que abrigarse el corazón, nos vamos a proteger y a defender entre todos. Y la defensa pasa por hacer buena política».

Como Barbón, también ha echado la vista atrás: «Fue un pacto de la Transición, que no habría más persecución política, que no se puede hacer política a través de la insidia y la difamación. No podían ganar aquellos que quieren la 'antipolítica', que estaban haciendo algo disciplinante, decirle a las personas que quieren dar un paso al frente y dedicarse al servicio público, decirles 'no solo vamos a ir a por vosotros, sino a por vuestras familias'».