Barbón pide aprovechar la «oportunidad histórica» para reformar el Estatuto y mejorar el autogobierno

El mensaje del presidente asturiano estaba claro y el destinatario también. Actualmente el PSOE solo negocia esta reforma con Podemos, IU y Foro –que suman los 27 votos necesarios para avanzar en la tramitación– puesto que las demás formaciones se oponen a uno puntos más polémicos: la oficialidad del asturiano. Una cuestión que, sin embargo, se obvió en la jornada conmemorativa, si bien al término de la misma Rodríguez-Vigil reiteró su rechazo a la misma.

Barbón es consciente de que no hay nada escrito porque Foro exige abrir el debate de la fiscalidad para continuar negociando la reforma del Estatuto, algo a lo que los partidos de la izquierda se niegan. Por este motivo, el presidente hizo un nuevo llamamiento a la «responsabilidad, generosidad y disposición al acuerdo que hicieron posibles tanto la Constitución Española como nuestro propio Estatuto» para no desaprovechar la oportunidad de adecuar la norma autonómica a los nuevos tiempos. Un consenso al que también hacía referencia el propio Rodríguez-Vigil en su discurso, reacio a este tipo de reforma, quien apuntó que debería «partir de un consenso al menos similar al que hizo posible el actual». Ya que lo contrario, añade, «sería difícil de explicar en tiempos de concordia».

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No se habló de oficialidad, pero sí de las competencias autonómicas y la financiación de las mismas. Antonio Trevín –que utilizó el asturiano para algunas partes de su discurso– reivindicó una «armonización fiscal» y criticó el «descarado dumping» por parte de algunas comunidades, citando expresamente a Madrid, lo que provocó que la presidenta del PP de Asturias, Teresa Mallada, y su portavoz adjunto, Pablo González, abandonaran la sala visiblemente molestos. Por su parte, Rodríguez-Vigil subrayó la importancia de aumentar el PIB y la renta potenciando el sector privado, mientras que De Silva instó al Gobierno regional a reclamar más recursos para la financiación de los servicios públicos y a aprovechar bien los nuevos fondos europeos. Por último, Barbón defendió la política de alianzas con otras comunidades para hacer un frente común en la futura reforma de la financiación autonómica y tratar así de que los recursos que finalmente lleguen a Asturias se ajusten al coste real de los servicios, teniendo en cuenta cuestiones como el envejecimiento de la población.