Barbón completa su control de la FSA

Un mensaje que Barbón trasladó el día después de que se cerrase el registro de la FSA y la única candidatura a las primarias para elegir al candidato a las autonómicas de la primavera de 2019 fuera la suya. «Todo el que quiso pudo presentarse», indicó el secretario general, pero nadie lo hizo, algo que a su juicio permite trasladar a la sociedad asturiana que el proyecto socialista goza de «estabilidad» y unidad y comparecerá en las mejores condiciones posibles a la próxima cita con las urnas. Barbón encabezará la lista con la que el PSOE competirá en esos comicios, a falta del proceso de recogida de avales, un mero trámite que se prolongará hasta el próximo día 26 y que el dirigente lavianés quiere aprovechar para estrechar el contacto con colectivos sociales, económicos y municipales de la región.

El resultado de este proceso de primarias que no necesitará de la votación final prevista para el 10 de junio refleja, según Barbón, que la decisión de anticipar la convocatoria del otoño a la primavera se ha revelado acertada. «Hicimos lo correcto», anotó desde la convicción de que era necesario frenar el debate interno que ha concitado el interés público en los últimos meses y que amenazaba con enquistarse.

Se mueve Adrián Barbón desde la seguridad que le da el hecho de que la fuerza de sus críticos es, en este momento, escasa. Que sus adversarios no fueran capaces de articular una opción para competir en las primarias le concede una baza sólida en ese sentido. «Hubo espacio» para que ese discurso contestatario «se plasmara en una candidatura alternativa y no hubo ninguna», apostilló. La conclusión que extrae es que la FSA ofrece a los asturianos un «mensaje potente» de estabilidad interna y de cierre de filas que a buen seguro las urnas sabrán valorar.

Barbón cuenta además con el respaldo firme de la dirección federal del partido, cuya vicesecretaria general, Adriana Lastra, le arropó el sábado en la presentación de su candidatura a las primarias y con la que compareció ayer en Oviedo después de mantener una reunión para abordar cuestiones de interés común. La número dos socialista mostró su convicción, que ya anticipó en la entrevista que EL COMERCIO publicó el domingo, de que todo el partido va a «cerrar filas» con el secretario general y candidato en las elecciones del año que viene. La figura de Barbón no es cuestionada a estas alturas por nadie en la federación asturiana, añadió, apelando a dejar atrás polémicas «estériles y ficticias» para centrarse en esa convocatoria electoral que viene.

Resuelto el debate interno, Barbón y los suyos tienen ahora manos libres para confrontar con quien consideran su verdadero adversario electoral, la derecha. El líder socialista enmarcó el discurso de la presidenta del PP, Mercedes Fernández, que expresa su temor a que un tripartito «radical» de izquierdas gobierne Asturias, en los «nervios» de la dirigente popular ante la expectativa de una nueva derrota en las urnas. «Para mí es motivo de orgullo, no de preocupación», ser objetivo de los ataques directos del Partido Popular, añadió, convencido de que una mayoría de asturianos preferirá al PSOE ante el PP cuando llegue la hora de votar.