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Javier Arias Lomo y cristian reino
La Palma
Domingo, 13 de marzo 2022
Fue una cumbre institucional más prolongada de lo previsto -siete horas- bajo otra cumbre, esta natural: la del volcán de La Palma, cuya erupción provocó una oleada de solidaridad con la sexta ola pandémica como telón de fondo, que el Gobierno se afanó en evocar ... en busca de la «unidad» a la hora de afrontar el desafío de la guerra en Ucrania que al final arrancó, no sin matices y sin objeciones.
La unanimidad de la declaración con que finalizó la cita en la isla canaria aún mortificada por la catástrofe de lava y ceniza satisfizo al Ejecutivo y a los barones socialistas, fue saludada casi con exaltación por el presidente cántabro, Miguel Ángel Revilla, aplaudida por el lehendakari Urkullu en lo que comporta de posición consensuada y suscitó reacciones entre la botella medio llena y la medio vacía en los responsables del PP y en Pere Aragonès, cuya presencia devolvía a la cumbre a la Cataluña soberanista una década después.
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Javier Arias Lomo Lourdes Pérez
Conscientes de que la XXVI Conferencia de Presidentes se había convertido en ineludible, por efecto de una «agresión» rusa sobre Ucrania que suscita un rechazo muy amplio y transversal en la ciudadanía y la opinión pública, los convocados al encuentro en Los Llanos de Aridane no rompieron la baraja como sí ocurrió en momentos críticos de la cogobernanza de la pandemia. Pero la cita sí escenificó no solo las diferencias existentes ante un trance histórico tan extraordinario como exigente, sino también las cuitas domésticas de los asistentes. Empezando por el propio Gobierno de Sánchez, que tuvo que responder en la comparencia que cerró el carrusel de ruedas de prensa de la tarde a un pregunta sobre la notoria ausencia de ministros de Unidas Podemos en una cumbre tan relevante y con la que se pretendía comprometer a todo el arco institucional. La agenda estaba decidida con un antelación no condicionada por la guerra, vino a despejar la cuestión la portavoz del Ejecutivo, Isabel Rodríguez.
La ministra aguardaba, junto al presidente del Senado y a las autoridades canarias, el goteo de llegadas de los citados desde las nueve de la mañana con la expectación centrada en Alberto Núñez Feijóo y su primera foto con Sánchez desde que el aún presidente de la Xunta ha sido erigido en líder 'in pectore' del PP a la espera del congreso extraordinario del 1 y 2 de abril en Sevilla. Feijóo departió, en un corrillo que permitía jugosas lecturas políticas, con Juanma Moreno Bonilla, el otro barón con fama de moderado del PP; el ministro de la Presidencia y hombre fuerte de la Moncloa, Félix Bolaños; y el lehendakari Urkullu. El saludo del futuro jefe de la oposición y del presidente fue de una cortesía fugaz, menos afectuoso que el gesto de cercanía de Moreno.
Hubo después en el Museo Arqueológico foto de familia en torno al Rey, que escuchó aplausos y vítores al bajarse del coche, y de un sonriente Sánchez. Un retrato organizado con riguroso protocolo en función de la aprobación de los estatutos de autonomia y de la que Aragonès se ausentó para no coincidir con Felipe VI, en un 'estoy pero a regañadientes' que se ha hecho hábito. El dirigente de Esquerra, que acudió a La Palma interpelado por la severidad de la crisis bélica, acotó el consenso alcanzado a un «compromiso político de mínimos» y se felicitó de que el Gobierno acepte inyectar fondos a las comunidades para acoger a los refugiados ucranianos. Decidida a no dejarse perturbar por las preguntas que cuestionaban el espíritu pactista de la cita, la ministra portavoz dio por amarrada la «absoluta colaboración» institucional del Ejecutivo catalán.
En las filas del PP, Feijóo ejerció el ascendiente que le reconoció Alfonso Fernández Mañueco, aunque negó que los barones hubieran ido a la cumbre coordinados de principio a fin por su futuro líder. El presidente de Castilla y León que acaba de inagurar los pactos con Vox compartió los compases iniciales con una Isabel Díaz Ayuso recibida con voces de «Te queremos» y que demostró que sigue siendo ella misma pese a los avatares del cisma en los populares. Fue la más incisiva en sus críticas por lo que interpretó como inacción de Sánchez y los suyos y la que prendió la mecha de la polémica con su renovada exigencia para dejar en los huesos presupuestarios el Ministerio de Igualdad de Irene Montero.
Los ataques cibernéticos a páginas web de ministerios, Gobiernos, medios de comunicación o instituciones de todo el planeta no cesan. Ni siquiera la Casa Real se ha librado de estos piratas digitales. En este caso, el Palacio de la Zarzuela informó este domingo de una «intromisión cibernética» que provocó un seguimiento falso a la cuenta del presidente de Ucrania, Volodímir Zelenski. «Detectada la intromisión, fue subsanada y recuperada la normalidad en la cuenta», apuntaron fuentes de la Casa Real sobre esta anomalía.
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