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Víctor de Aldama pone el ventilador y su aire llega a Asturias. El reconocido comisionista aportó al Tribunal Supremo un documento de 37 folios en los que se autoinculpa de supuestos hechos delictivos vinculando a otros en los mismos. Particularmente el centro de ... sus acusaciones son el exministro de Transportes y hoy diputado José Luis Ábalos, y quien fuera su mano derecha, Koldo García, a los que acusa de cobrar mordidas por obras adjudicadas por el ministerio y sus empresas vinculadas. La lista de la sospecha incluye dos obras ejecutadas en Asturias.
El abogado del comisionista aporta unas hojas del anexo de inversiones del Presupuesto General del Estado del año 2021, concretamente de la parte con las actuaciones programadas por la Dirección General de Carreteras. En color rosa figuran subrayadas varias autovías, destacándose luego en color verde algunos de sus tramos con obras. Las hojas destacan en rosa la A-66 Ruta de la Plata y luego en verde los trabajos de las obras del tercer carril en la 'Y' asturiana. También se marca en rosa la A-63, de la que había fondos entonces para la segunda calzada entre Salas y La Espina y el tramo Cornellana-Salas, sin que se destaque en verde ninguna de las dos.
En el documento remitido al Supremo el abogado de De Aldama asegura que «aparecen subrayados en color rosa los contratos públicos, ya pre-adjudicados a empresas previamente seleccionadas, a quienes debían ser adjudicados. Se trataría de empresas que habrían adquirido el compromiso de pago de comisiones si resultaban adjudicatarias». «La investigación acreditará las empresas a las que fueron adjudicadas las obras subrayadas en rosa», deja caer. «Adicionalmente, los contratos subrayados en verde corresponderían a las posibles adjudicaciones», agrega. Los folios incluyen anotaciones manuscritas «que pueden corresponder con la letra de don José Luis Ábalos, quizás de don Koldo García, sin poderlo afirmar con seguridad», expone.
El texto mezcla así hechos y sospechas sin acreditar. Ocurre al tratar de poner en cuestión a una serie de constructoras. En el caso de Asch refiere que «resultó adjudicataria de obra pública en el periodo de gestión del sr. Ábalos, fundamentalmente por Adif. El sr. Ábalos determinaba, junto a doña Isabel Pardo de Vera, presidenta de Adif, las obras que podían adjudicarse a Asch y otras constructoras». Lanzada la acusación, continúa: «Por ejemplo, la Dirección General de Carreteras del Ministerio de Fomento adjudicó a Lantania y Asch, en UTE, la ampliación a un tercer carril de la Autovía de la Plata A-66 en Asturias y la remodelación de los enlaces en el tramo entre Lugones y Matalablima. Es una de las obras que en cuaderno aportado aparece señalada en rosa».
Cabe recordar que la entonces presidenta de Adif nada tenía que ver con la Dirección General de Carreteras y que en época de Ábalos fue cuando el ministerio dejó de llamarse «de Fomento» para pasar a ser «de Transportes». El hoy diputado asumió la cartera en junio de 2018, siendo licitada la obra del tercer carril en mayo de 2019, por 28,1 millones. Se postularon 25 empresas en solitario o en unión temporal, imponiéndose en la puja la UTE de Lantania y Asch.
El abogado del comisionista tiene palabras sobre Lantania. Dice que tuvo «relaciones comerciales» con Víctor de Aldama, fruto de las cuales la constructora «se ocupó de las obras de demolición del edificio de la calle Juan Pérez Zúñiga», tarea que le hizo «sin contraprestación, en retribución de la mediación realizada frente al Ministerio de Transportes, para su adjudicación, sin perjuicio de las comisiones abonadas a los otros investigados en esta causa especial».
El listado de inversiones de la Dirección General de Carreteras tiene subrayado en rosa el epígrafe de la autovía del suroccidente (A-63), sin especificar luego en verde si la anotación se corresponde con el fondo dedicado al tramo Cornellana-Salas o Salas-La Espina (segunda calzada). El primero es un trabajo que aún tiene encomendado Dragados, sociedad de la que el escrito nada dice. El segundo sí coincide con un contrato de la época de Ábalos.
Se trata de los 6,1 millones en los que fue adjudicada esa segunda calzada a la Unión Temporal de Empresas conformada por Construcciones Pérez Jiménez y Obras Públicas Regadíos (OPR). A esta última se refiere en su escrito el abogado del comisionista dando por hecho que está «relacionada» con Koldo García.
De ese nexo el documento no ofrece más vinculo que recordar que según la UCO de la Guardia Civil los dos máximos responsables de OPR habrían solicitado a Koldo García que «ejerciera su influencia» para que Adif le adjudicara un contrato de emergencia en la línea de alta velocidad a Galicia.
En total la maniobra del comisionista sume en la sospecha obras en carreteras adjudicadas por un importe conjunto de 54 millones. Aldama, que aseguró en la Audiencia Nacional que Ábalos habría recibido 650.000 euros en comisiones, también incluye en sus documentos a Víctor Ábalos, hijo primogénito del entonces secretario de Organización del PSOE. Según estos apuntes, éste habría mediado con el propio De Aldama para el uso por parte del del exministro de un lujoso piso de 1,9 millones de euros en pleno Paseo de la Castellana de Madrid en contraprestación por la adjudicación de obra pública en favor del entramado societario de Aldama y su red mercantil.
En esta extensa confesión asegura que el actual ministro y expresidente de Canarias, Ángel Víctor Torres,estarían vinculados con las adjudicaciones fraudulentas. Afirma que una de las empresas supuestamente corruptas obtuvo un contrato de 6,5 millones tras un viaje del dueño de esta firma con Koldo García a Canarias. A cambio, asegura que facilitó al entonces jefe de Gobierno insular un piso en la calle Atocha de Madrid «para encuentros de diversa naturaleza».
Fuentes del ministerio de Torres negaron ayer las acusaciones y anunciaron que ampliarán las acciones legales contra De Aldama ante «las graves injurias».
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