«Nunca nombraría consejeros a diputados tránsfugas», asevera el presidente asturiano

La pregunta por parte de Ciudadanos sirvió, principalmente, para que tanto la portavoz de este grupo como el propio presidente del Principado cargaran contra la actuación del PP. En primer lugar, Susana Fernández dijo «avergonzarse» de los casos de transfuguismo porque «entiendo el compromiso con el proyecto de mi partido de manera inquebrantable» y, añadió, en el caso de que alguna persona se sienta decepcionada con las siglas que en su momento defendió, «es libre de apartarse» y renunciar a su escaño. Lamentó, en este sentido, que formaciones como el PP, que alcanzan acuerdos políticos contra el transfuguismo, traten ahora de «apropiarse» de lo que no les corresponde y reprochó a la formación que en Asturias lidera Teresa Mallada que lleve meses amenazando con «llevarse a la militancia» de Ciudadanos. Acusó a los populares de «mercadeo de voluntades» a cambio de cargos políticos y pidió en sede parlamentaria una reforma de la ley electoral asturiana para implantar las listas abiertas que, en su opinión, permitirían a los votantes dejar fuera «a quienes les han decepcionado».

El guante lo cogió Adrián Barbón. Si bien no entró a valorar la reforma electoral planteada por Ciudadanos, el presidente autonómico también utilizó su turno para cargar contra el PP y los casos de transfuguismo, «que en esta Cámara tenemos unos cuantos», apostilló. Barbón dijo estar «escandalizado» tras ver a la dirección nacional del PP «animando a que los diputados y cargos públicos de Ciudadanos se pasen al PP», pero también tras ver a Teodoro García Egea, número dos del PP en España, poner «de ejemplo de dignidad a los tránsfugas». En su relato de «escándalos», Barbón añadió también el hecho de que la presidenta de la comunidad de Madrid, Isabel Díaz Ayuso, abriera la puerta a pactar con Vox y que un exalto dirigente de Ciudadanos, en referencia a Fran Hervías, se fuera «con el paquete debajo del brazo a trabajar para el PP a captar militantes y representantes institucionales».

El presidente del Principado dijo estar preocupado por esta imagen que, en su opinión, alimenta a la «antipolítica» y beneficia a la extrema derecha. Y, a modo de chascarrillo, y ante las críticas que desde su escaño realizaba Teresa Mallada, Barbón dejaba caer que el sistema de listas abiertas podría perjudicar a la presidenta del PP asturiano porque «habría que ver si saldría elegida como diputada». La líder popular pidió la palabra por alusiones, pero el presidente de la Cámara, Marcelino Marcos Líndez, no se la concedió, por lo que los populares ya anunciaron que presentarán una queja por escrito.