

Secciones
Servicios
Destacamos
SILVIA CANTERA
Viernes, 29 de noviembre 2019, 18:43
Todo belén debe tener como mínimo al Niño Jesús, San José y la Virgen María. A partir de ahí, el número de personajes varía en función de las dimensiones que cada uno quiera dar a este clásico navideño. La mula y el buey, los Reyes Magos, los pastorcillos y hasta el simpático caganer. Pero durante los últimos años al personaje originario de Cataluña le ha salido una rival que no para de restarle protagonismo: la polémica.
Desde la llegada de Ada Colau a la Alcaldía de Barcelona en 2015, el afán de su gobierno por romper con la tradición religiosa y apostar por la vanguardia le ha valido numerosas críticas y burlas. El caso más reciente se estrena hoy mismo, con rechazo de la oposición y con una oleada de chanzas en las redes sociales. Se trata de un moderno pesebre que tiene forma de trastero y que los vecinos ya han comparado con un punto limpio al que llevar los trastos viejos.
El belén diseñado por Paula Bosch preside la céntrica plaza de Sant Jaume. La artista ha distribuido a los personajes principales en estanterías y cajas de almacenaje. De esta manera, el Niño Jesús aparece en la parte alta de la obra, junto a un abeto y sobre unas flores de pascua. Lejos de la vigilancia paterna y el calor de la mula y el buey. Los estantes también contienen espumillón, una antigua foto familiar, una elegante cubertería y hasta un pavo recién sacado del horno. «Cada familia y cada casa tiene sus personajes y sus escondites. Y este año todos estarán en la plaza de Sant Jaume. ¡Ven a reencontrarlos!», invita el Consistorio.
La obra recoge los recuerdos de la infancia de la autora. «Cuando pienso en el pesebre, me vienen a la cabeza las navidades que viví en casa de mis padres. Para mí, lo más importante no era colocar los caballetes, las maderas y la mesa para poder poner las figuritas, sino toda la preparación anterior. Ir al desván y abrir el armario empotrado que estaba lleno de cajas...», explica Bosch. De hecho, la parte trasera del diseño es un vecindario iluminado en el que sitúa la escena.
No es la primera vez que Ada Colau recibe críticas por la decoración navideña de Barcelona. Los belenes de los dos últimos años, de corte contemporáneo, tampoco fueron entendidos ni por los partidos de la oposición ni por la mayoría de los ciudadanos.
El año pasado la plaza situada entre el Parlament y el Ayuntamiento fue adornada con una mesa que representaba un banquete navideño sin comensales. En su lugar había una silla vacía con un babero y una aureola en referencia al Niño Jesús, otra con un manto azul y blanco para la Virgen María y una tercera con corbata y tirantes para José. El menú tampoco tenía desperdicio: pasto para ganado.
Un año antes, el Ayuntamiento de Colau optó por un diseño vertical y minimalista. Los personajes del pesebre eran sencillas figuras blancas de metacrilato colocadas en lo alto de veinticinco estacas doradas.
Publicidad
Publicidad
Te puede interesar
Rescatados ilesos dos montañeros tras pasar la noche a la intemperie en Gredos
El Norte de Castilla
Publicidad
Publicidad
Esta funcionalidad es exclusiva para suscriptores.
Reporta un error en esta noticia
Comentar es una ventaja exclusiva para suscriptores
¿Ya eres suscriptor?
Inicia sesiónNecesitas ser suscriptor para poder votar.