DANIEL FERNÁNDEZ
SANTIAGO DE COMPOSTELA.
Martes, 29 de enero 2019, 04:43
Si una cosa concluye el plan de infraestructuras ferroviarias presentado ayer en Santiago de Compostela es que la red ferroviaria de Asturias, Galicia y Castilla y León está obsoleta. El documento, elaborado por el ingeniero Alfredo Irisarri, dibuja un panorama desolador para el ferrocarril ... en estos territorios, marcado por convoyes cortos, de entre 400 y 550 metros; enormes desniveles, con rampas que superan el 15%, e incluso siete tramos en el que este es mayor del 20%; líneas electrificadas, pero demasiado antiguas, al igual que algunos elementos de la vía; trazados sinuosos; limitaciones de velocidad a 30 kilómetros por hora y terminales con falta de interoperabilidad y accesibilidad.
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Ante este panorama, este informe divide la necesidad de actuaciones en seis grupos: electrificación de líneas; infraestructuras y trazado; superestructuras; terminales; puertos y nuevas tecnologías. Un conjunto de acciones que cifra en 3.100 millones de euros, que correrían a cargo de los fondos que destina la Unión Europea para impulsar los corredores y cuyo programa se desarrolla entre 2021 y 2030. Este proyecto está llamado a modernizar todo el conjunto de infraestructuras para permitir su conexión con otros mercados y la competitividad industrial de los territorios, también la comunicación de estas regiones periféricas y que surge de «la constatada demanda de transporte intermodal».
Así, se propondrá a la Unión Europea inversiones para mejorar la electrificación de las líneas férreas, muy obsoletas. De esta forma, permitirá aumentar el tamaño de los convoyes de transporte de mercancías hasta 750 metros. Según explicó Irisarri, esta mayor longitud puede reducir hasta en un 30% los costes de los transportes de mercancías.
El plan estratégico también plantea una renovación integral de las vías, dotándolas de traviesas compatibles con cambios de ancho y la mejora de la gestión del tráfico. Asimismo, se plantea mejorar la conexión de los puertos con las líneas ferroviarias y las de la red interior de transporte.
Una intervención en los trazados es también necesaria para mejorar la competitividad de las empresas del Noroeste. Por ello, se propone la revisión de estructuras y ampliar los gálibos, así como bajar las pendientes a menos del 15%. Otra medida planteada es la de reducir la sinuosidad de los trazados. Estas mejoras permitirán elevar la velocidad de los transportes.
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