Mateo Balín
Jueves, 22 de junio 2017, 20:11
Domingo 18 de junio. Kangaba. Veinte kilómetros al sur de Bamako, capital de Malí. Sobre las dos de la tarde, un grupo de hombres armados irrumpió en el resort Le Campement mientras los clientes, en su mayoría militares de las misiones de la UE y de la ONU, pasaban su tarde libre de servicio. Era un día apacible, de descanso dominical. También para el comandante español del Ejército de Tierra que vivió en primera persona el asalto, que se saldó con cinco muertos y más de 15 heridos.
Publicidad
En el complejo turístico, ubicado en el distrito agrícola de Dougoulakoro, un lugar exclusivo de unas diez hectáreas fundado por una pareja de franceses y muy apreciado por la colonia europea en Bamako, se encontraba el citado oficial español, según ha confirmado el Ministerio de Defensa. Este integrante de la misión de la Unión Europea de Adiestramiento a las Fuerzas Armadas Malienses (EUTM) se encontraba plácidamente en la piscina cuando detectó la presencia de los asaltantes armados que se dirigían a la entrada principal, en actitud amenazante, al grito de 'Alahu Akbar' (Dios es grande).
El comandante -que el ministerio prefirió mantener en el anonimato- decidió dar la voz de alarma avisando al personal que se encontraba allí para que huyeran hacia una ladera contigua. Uno de los terroristas del comando de al menos seis integrantes se separó para perseguirles abriendo fuego contra el grupo mientras huían para ponerse a cubierto.
Ante la situación, el comandante español se volvió y, con el arma de uno de los militares extranjeros presentes, abrió fuego contra el terrorista, que, sorprendido por la reacción de una persona descalza y en bañador, se retiró para ponerse a cubierto de los disparos.
El retroceso del terrorista fue aprovechado por el grupo de militares y civiles para avanzar por la colina e instalarse en un lugar más seguro donde se reunieron con otro grupo de civiles que había salido huyendo del lugar y entre los que había una menor de edad y un bebé a los que dieron protección.
Publicidad
Ya a cubierto, el comandante contactó con el centro de operaciones de la misión EUTM e informó de la situación, manteniendo en todo momento al grupo a salvo de los atacantes hasta que las Fuerzas Armadas malienses y la Fuerza de Reacción Rápida de la Misión pudieron hacerse cargo de la situación y reducir a los terroristas.
Tras la resolución del asalto, el oficial tuvo que ser trasladado a un hospital por las heridas y cortes que sufrió en los pies tras su incursión y enfrentamiento, descalzo, con el terrorista en la colina.
Publicidad
La rápida y decidida reacción del comandante permitió que mucha gente corriese a ponerse a cubierto y evitar una matanza mayor. Desafortunadamente, los terroristas, pese a perder el factor sorpresa de su ataque, lograron asesinar a cinco personas, dos franceses, un chino y dos soldados, uno portugués y otro de Malí. Un grupo vinculado a Al Qaida reivindicó horas después el asalto, cuyo objetivo primario era la toma de rehenes.
3 meses por solo 1€/mes
¿Ya eres suscriptor? Inicia sesión
Te puede interesar
Publicidad
Utilizamos “cookies” propias y de terceros para elaborar información estadística y mostrarle publicidad, contenidos y servicios personalizados a través del análisis de su navegación.
Si continúa navegando acepta su uso. ¿Permites el uso de tus datos privados de navegación en este sitio web?. Más información y cambio de configuración.