Villa, durante su declaración.

Anticorrupción alega que no se detuvo a Villa «por estrictas razones humanitarias»

El asesor patrimonial del BBVA explica que cuando realizó la regularización del dinero «tenía bien las facultades mentales»

C. GARCÍA / A. MORIYÓN

Viernes, 16 de junio 2017, 03:15

La Fiscalía Anticorrupción no tiene dudas de la implicación de José Ángel Fernández Villa en la trama. Cuando se procedió a la detención de los principales investigados por parte de los agentes de la Unidad de Control Operativa (UCO) de la Guardia Civil -ese día declararon en el cuartel y al día siguiente lo hicieron en el juzgado-, el exlíder sindical no salió de su domicilio en Oviedo. Durante el registro (horas antes a las detenciones), Villa se negó a firmar la orden, tal y como le indicó su abogada, Ana García Boto. Permaneció en una de las habitaciones. Alegaron su estado de salud.

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Los agentes rastrearon hasta los canapés y, además de monedas de oro y plata, encontraron una caja roja con 28.000 euros en fajos de billetes de 50. Para eludir la declaración ante la Justicia confiaban en el examen forense. No les salió bien y los expertos concluyeron que podía declarar siempre que le hicieran «preguntas sencillas» y el interrogatorio fuera «lento». En el informe llamó la atención que el exsindicalista recordara mejor su etapa de gloria que lo que hubiera hecho ese mismo día. Así que declaró, aunque se acogió a su derecho de no contestar a ninguna de las preguntas de la Fiscalía ni de la jueza, Begoña Fernández. De los juzgados regresó en taxi a su casa junto a su mujer y a su hija. Ahora acaban de trascender los motivos por los que decidieron no detenerlo. Lo dejó caer el fiscal Ignacio Stampa cuando explicó al arquitecto Manuel Sastre los motivos por los que en su caso no pedían ingreso en prisión. «No tiene el mismo grado de implicación; ni siquiera con los que no se han detenido por estrictas razones de humanidad, no por otra cosa».

El estado de salud de Villa ha estado presente desde el minuto cero desde que saltó la operación. Salió incluso a relucir en la declaración del asesor patrimonial del BBVA, presente durante la regularización del dinero del exsindicalista y del expresidente del Montepío. «Villa tenía las facultades mentales bien en ese momento», concluyó el empleado. Lo trató al menos una vez -no recuerda si fueron más- en la reunión que celebraron en el despacho del exasesor fiscal, José Manuel Fernández. A la cita acudió también la esposa de Villa.

Postigo, la voz cantante

Al asesor patrimonial le bastó ese primer encuentro para hablar ante la Guardia Civil hace ya tres años de «camaradería y confianza» entre ambos investigados. «Me dio la sensación de que Postigo llevaba la voz cantante», puntualizó. Según le recordaron los fiscales, en esa primera declaración, llegó a calificarlos como «clanes familiares». Ya no lo recordaba. Lo que no olvidó fue la discreción con la que se llevó a cabo la operación de la regularización. La orden venía de sus superiores. Tenía que acudir a un domicilio que desconocía. Tampoco conocía la cantidad, ni los clientes a los que iba a atender. Supo que se trataba de Villa y Postigo cuando le pidió al exasesor sus DNI.

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