PP y Foro quieren suprimir el tributo pero discrepan sobre la forma de hacerlo

El Gobierno suaviza el impuesto pero rechaza eliminarlo, mientras IU alerta de un movimiento «contra lo público»

A. S.

Viernes, 3 de marzo 2017, 04:04

La movilización a las puertas de la Junta General en defensa de la supresión del Impuesto de Sucesiones reavivó un debate que lleva años latente en la Cámara. Tanto el PP como Foro recalcaron su discurso de la necesidad de eliminar el gravamen, aunque entre ambos hay notables diferencias respecto de cómo hacerlo, mientras que Ciudadanos apuesta por mantenerlo pero con exenciones más amplias que las que ahora están vigentes.

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«Es una vergüenza que nuestra comunidad sea noticia nacional por liderar el atraco fiscal en España», indicó la presidenta y portavoz de Foro, Cristina Coto, que copó ayer el protagonismo en el terreno político e incluso posó en la escalinata de la Junta con los responsables de la plataforma. Coto marcó claras distancias con el PP al rechazar el acuerdo que la formación de Mercedes Fernández alcanzó con los socialistas para elevar el mínimo exento a 300.000 euros, medida que tildó de «parche», y defendió su erradicación como única posibilidad.

La discrepancia entre Foro y PP tiene que ver no con el objetivo final, la eliminación de Sucesiones, sino con la forma de llegar a ese punto. Mientras Coto aboga por hacerlo de forma directa, los populares defienden las medidas puntuales que se toman -el citado acuerdo con el PSOE para que el mínimo exento pase de los 200.000 euros actuales a 300.000- para ir avanzando en ese camino. Fernández apuntó que, en caso de victoria popular en las elecciones de 2019, ella misma aprobará su desaparición. «Asturias necesita un nuevo modelo fiscal que suprima el injusto tributo a las herencias», zanjó.

Las posturas en el Parlamento en relación con este gravamen son encontradas. Hay posiciones intermedias. Ciudadanos, por ejemplo, insiste en la necesidad de armonizar el impuesto para evitar las enormes diferencias que se pueden constatar entre las comunidades autónomas. Y aboga por situar la exención por hijo en el millón de euros.

Podemos, por su parte, comprende la indignación ciudadana y que el «descrédito» provocado por escándalos como el 'caso Renedo' o la 'trama del agua' haya provocado, según su portavoz, Emilio León, «que cada vez más gente se pregunte qué pasa con sus impuestos». Una pregunta a la que «ni el despilfarro del PSOE ni la frivolidad fiscal del PP», dice, han dado respuesta. León piensa que actualizar el sistema tributario «para que no recaiga todo el peso en las familias que más han sufrido» y luchar contra la evasión son las claves de la necesaria reforma.

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Entre quienes están en contra de eliminar el tributo está IU. Su portavoz, Gaspar Llamazares, dijo respetar la movilización vivida a las puertas de la Junta, que enmarcó en un movimiento «contra lo público» en un momento de «descrédito de la política», pero discrepó «radicalmente» de sus objetivos. Llamazares recordó que Sucesiones afectó a menos de 5.000 personas entre 2012 y 2015 y defendió que los ingresos que genera a partir del principio de «gravar a las personas según su riqueza» son necesarios para financiar los servicios públicos. Retirarlo, advirtió, conllevaría incrementar impuestos menos progresivos, caso del IVA, o recortar servicios básicos como la sanidad, la educación o las políticas sociales. Sí abogó por su armonización en todo el país.

Aunque el PSOE no se pronunció ayer, el Gobierno siempre se ha mostrado reacio a eliminar Sucesiones. Así lo ha hecho ver de nuevo en un informe en el que muestra su criterio desfavorable a la propuesta de Foro de retirarlo y que ayer esgrimió Cristina Coto.

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