La dirección de IU promete un último intento por mejorar el peso de Asturias en las listas

A la confluencia de la izquierda alternativa para el 26-J se le saltan las costuras en su derivada autonómica. Hay desencuentros de última hora en territorios como Valencia, donde IU se levantó ayer de la mesa insatisfecha por su presencia en las listas, o Almería, donde la polémica imposición por Podemos como número uno del ex JEMAD Julio Rodríguez ha causado un hondo malestar en la coalición. Y, por supuesto, en Asturias. La comisión negociadora designada por la dirección de Izquierda Unida en el Principado se reunió ayer en Madrid con el responsable federal de Organización, Adolfo Barrena, para trasladar el malestar por el hecho de haber sido relegados al tercer puesto de la candidatura al Congreso y reclamar una negociación de última hora con la formación morada en la que conseguir un número dos que se considera más ajustado a sus méritos. Barrena comprometió esa intentona postrera para tratar de alcanzar un acuerdo, aunque la sensación general tras el encuentro es de prisas y de pesimismo.

Con todo, el hecho de que haya varios frentes abiertos es la expectativa a la que se aferra IU de Asturias para tratar de solventar este escollo y evitar que la confluencia, ya a las puertas del 26-J, nazca herida de muerte en la región. En el encuentro, al que también asistió el todavía coordinador federal, Cayo Lara, Barrena se puso en contacto a través de mensajes telefónicos con quien ejerce esa misma responsabilidad en Podemos, Pablo Echenique, para plantearle la existencia de frentes abiertos en la negociación y, antes de su cierre definitivo, intentar ajustar algunas piezas pendientes. Lo que pueda suceder en adelante queda a expensas de conversaciones de última hora entre ambas partes.

El clima general en la organización asturiana es de cierto pesimismo, teniendo en cuenta el movimiento de piezas que implica otorgar el número dos a IU, puesto que en estos momentos ocupa Segundo González, persona de la máxima confianza de Pablo Iglesias. El número uno está inicialmente asignado a Sofía Castañón, también de Podemos, que ya asumió esa responsabilidad el 20-D y que está llamada a repetir el 26-J.

La irritación en el seno de IU de Asturias con el reparto de puestos es enorme. Hiere especialmente el hecho de que el diseño de la lista implicaría un veto directo a la presencia del coordinador, Manuel González Orviz, en el cartel electoral, teniendo en cuenta que se trata de una candidatura 'cremallera' y que, por tanto, ese tercer lugar debería estar obligatoriamente ocupado por una mujer.

El reloj corre, así que la polémica no se demorará en exceso. Preguntado por estos problemas, el responsable de la negociación por el lado de Podemos, Pablo Echenique, restó hierro a los «pequeños roces» que puedan producirse en una operación política de este tipo y mostró su confianza en que las diferencias puedan superarse. «No anticipo un nivel de conflictos importante sino todo lo contrario; buenas relaciones en los territorios para que podamos superar al PP», apostilló.

A expensas del cierre definitivo de las negociaciones, el debate de estas semanas y la posterior votación que avala el proyecto de confluencia llevó ayer a uno de los principales críticos con la iniciativa, Gaspar Llamazares, a rebajar el tono de su discurso, ya con la cita con las urnas en el horizonte. «Después del debate y la votación asumo el resultado; las candidaturas son mis candidaturas», argumentó. Pero puso, eso sí, matices. «Asumo la coalición como lo que es. La confluencia, el programa, las candidaturas participadas y la fraternidad siguen pendientes», dijo.