Dos psiquiatras dicen que Montserrat sabía lo que hacía

Montserrat no tenía anuladas sus capacidades cognitivas. «Para nada». Es más, ella sabía lo que hacía y no presentaba ningún impedimento sobre su voluntad. Así de rotundas se han mostrado las dos médico forense-psiquiátricos que evaluaron a la asesina confesa de Isabel Carrasco que han protagonizado el inicio de la jornada de este jueves en la Audiencia Provincial.

Según su relato, Montserrat les trasladó que matar a Isabel «era lo único que podía hacer porque le estaba haciendo la vida imposible» y recuerdan que no estaba arrepentida aunque sí reconoció que no debía haberlo hecho en ese momento porque había mucha gente y por su hija y Raquel.

Aseguran que muestra cierta tendencia a la manipulación, que es una persona fría con poca capacidad para empatizar con los demás «excepto con su familia»; una mujer con un carácter fuerte y dominante, para ella lo que es bueno es bueno y lo que no, no, y tiene muchas expectativas con respecto a su hija.

En este punto, las peritos recordaron que Montserrat les dijo que no podía contarles más porque «formaba parte de su versión», pero remarcaron que una persona es imputable porque conoce que el hecho es antijurídico y que obra por su voluntad y no responde a ideas delirantes, es decir, ideas falsas que no coinciden con la realidad.