La infanta Cristina.

Sacar a la infanta Cristina del banquillo podría provocar la repetición del juicio

Manos Limpias revela que recurriría ante el Supremo y Estrasburgo la doctrina Botín, lo que abriría un panorama jurídico imprevisible

Melchor Sáiz-Pardo

Domingo, 24 de enero 2016, 07:27

La táctica de la defensa de la infanta, de la Abogacía del Estado y de la Fiscalía de levantar cuanto antes a Cristina de Borbón del banquillo para que no afronte el juicio por colaboradora en los dos fraudes fiscales de su marido podría convertirse en un bumerán, según reconocen fuentes de esas partes del proceso. Si la Audiencia Provincial de Palma, como reclamaron el lunes los abogados de la hermana del Rey, Hacienda y Anticorrupción, termina aplicando la controvertida doctrina Botín, la acusación popular, la gran damnificada de esta decisión, recurrirá ante el Tribunal Supremo, lo que abriría la puerta a que el juicio del caso Nóos, una vez concluido e, incluso con sentencia, pudiera repetirse si el alto tribunal diera la razón a Manos Limpias.

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La letrada de este sindicato, Virginia López-Negrete, confirmó ayer su determinación de, llegado el caso, llevar ante el alto tribunal la hipotética negativa las tres magistradas de Nóos de no permitirle acusar en solitario a la hermana de Felipe VI por ser cooperadora necesaria de los dos delitos fiscales de Iñaki Urdangarin. Sería un recurso "inmediato", según explicó a este periódico la abogada, quien reveló, además, su intención de llegar con este asunto al Tribunal Europeo de Derechos Humanos.

Todos los expertos consultados coincide en que, tras este recurso, existiría la "posibilidad jurídica" de que el Supremo ordenara repetir el juicio, aunque divergen sobre si realmente el alto tribunal estaría dispuesto a dar la razón a Manos Limpias, lo que abriría la caja de Pandora. Es cierto, recuerdan, que hay precedentes en los que Supremo ha ordenado repetir vistas orales -es más habitual que lo haga con sentencias- por defectos de valoración jurídica del tribunal y por negar legitimidad en el proceso a acusaciones populares o particulares, aunque nadie se atreve a vaticinar si el Supremo daría luz verde a alargar varios años el cierre del caso Nóos, que tanto desgaste ha supuesto a la Casa Real. Unos reparos que, desde luego, no tendría Estrasburgo.

En lo que sí hay más acuerdo es en que si el Supremo diera la razón a Manos Limpias la repetición del juicio sería "completa", no solo en lo referido a la infanta, ya que la supuesta falta de legitimación de Manos Limpias para acusar de delito fiscal afectaría a otros imputados, al margen de que sus supuestos delitos están íntimamente relacionados con los de su marido, uno de los actores principales del proceso.

Según fuentes del caso, el equipo jurídico de la infanta siempre ha sido "consciente" de que apostar por la doctrina Botín como vía de escape podría acabar solo con el apartamiento momentáneo de Cristina de Borbón del banquillo y con la posterior hipotética repetición del juicio. No obstante, los juristas Miquel Roca y Jesús María Silva consideran que ese riesgo es «mucho menor» que exponerse a que la infanta siga imputada y pueda llegar a ser condenada.

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Mutismo absoluto

Entretanto continúa el mutismo de las magistradas Samantha Romero, Rocío Martín y Eleonor Moyá, que tienen en sus manos el futuro de Cristina de Borbón. Lo único seguro es que la sala no resolverá las cuestiones previas (incluida la aplicación de la doctrina Botín) en sentencia, lo que habría provocado que Cristina de Borbón hubiera tenido que permanecer en el banquillo hasta el final. La idea del tribunal es hacer público el fallo antes de que las sesiones se reanuden el próximo 9 de febrero con las declaraciones de los imputados.

Las magistradas, en síntesis, tienen que examinar concienzudamente una decena de sentencias del Supremo (no solo la del exbanquero) y de diversas audiencias provinciales sobre casos similares en los que alto tribunal dictaminó respecto a la «legitimidad» de la acusación popular para actuar en solitario. Sobre la mesa, las tres jueces tendrán también dos resoluciones del tribunal al que pertenecen, la Audiencia Provincial de Palma. Una de ellas es el auto del 7 de noviembre de 2014, en el que el tribunal dio luz verde al instructor José Castro a sentar a la infanta por sendos delitos fiscales, aunque no por blanqueo. Entonces, los magistrados Mónica de la Serna, Juan Jiménez y Diego Gómez insistieron en que el caso Botín y Nóos no son iguales. Y es que la Fiscalía y Hacienda sí van a acusar a otros imputados por delitos fiscales, por lo que veían viable que la infanta se sentara también para responder sobre esos ilícitos, aun con la única acusación de Manos Limpias.

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La otra ocasión en que la Audiencia Provincial de Palma hubo de decidir sobre la legitimidad de una acusación popular para actuar en solitario también mantuvo en el banquillo al acusado, recuerdan fuentes del caso. Fue en 2008 cuando el tribunal permitió que una asociación de agentes de la Guardia Civil acusara, sin el apoyo de la Fiscalía, al coronel del cuerpo Luis Cuadri, por un delito de falsedad. La Audiencia finalmente le condenó, aunque el Supremo posteriormente le absolvió.

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