Cascos, en una de las ocasiones en las que rechazó realizar declaraciones para los medios.

La renuncia de Cascos marca un debate en la Junta que acaba en bronca

Javier Fernández declara no ser partidario «de proteger a todas las especies en riesgo de extinción» en alusión al líder de Foro y este le acusa a él y su «camarilla» de ser una «seria amenaza» para la sociedad

N. A. E. / a. M. / efe

Viernes, 13 de febrero 2015, 13:14

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El terremoto político que ha ocasionado la renuncia de Francisco Álvarez-Cascos a presentarse como cabeza de lista a las próximas elecciones autonómicas se ha hecho patente esta mañana en la Junta General del Principado, donde había una gran expectación por escuchar las explicaciones del aún líder de Foro Asturias. No apareció en el pleno hasta la primera votación y, a pesar de las preguntas de la nube de periodistas que le rodeaba, se negó a realizar declaraciones. "¿Queréis que os lo diga en inglés o francés?", les dijo ante su insistencia. Álvarez-Cascos tampoco hizo referencia a su marcha en su intervención en la Junta, pero sí tuvo que escuchar las de otros políticos como el presidente regional, Javier Fernández, o las alusiones más veladas de la presidenta del PP, Mercedes Fernández, que comentó que parecía ser el momento de "balances y despedidas".

Sin embargo, el que más se ensañó con Cascos fue el jefe del Ejecutivo del Principado que le dijo no ser partidario "de proteger a todas las especies en riesgo de extinción", después de que el líder de Foro le acusara de dirigir un Gobierno que desprende "el aroma de la prevaricación".

El intenso cara a cara entre los dos líderes políticos comenzó después de que Cascos preguntara a Fernández si estaba dispuesto a asumir las responsabilidades que se deriven de la apertura de un procedimiento administrativo por la anulación del servicio de comedor en dos colegios de Oviedo, servicio que ofrecía la empresa Cook, propiedad del diputado forista José Antonio Martínez.

Según Cascos, esta actuación, finalmente archivada por el Principado sin consecuencias para la empresa, respondía a una manera de actuar "arbitraria" por parte del Gobierno regional que, ha subrayado, "repugna" a quienes creen en el Estado de Derecho, tras incidir en que el expediente no se basaba en una sentencia como afirmó el jefe del Ejecutivo. "Los ingenieros no deberíamos entrar en temas jurídicos", ha señalado Fernández para admitir su error, mientras que Cascos denunciaba las "escasas garantías de imparcialidad" del Tribunal Central de Recursos Contractuales en el que se basó su incoación.

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Para el líder de Foro, a partir de ahí el Gobierno promovió una "agresión" a un diputado en un intento de "eliminar a la oposición" por la vía de "incompatibilizar a ciudadanos intachables" y vetando a empresarios lo que convierte a Fernández "y su camarilla" en una "seria amenaza" para la sociedad. Según Cascos, ahora se ciernen sobre el Gobierno "un rosario de sentencias" tras las demandas presentadas contra una actuación "que desprende el aroma de la prevaricación" y ha emplazado a Fernández a decir sí asumirá las responsabilidades políticas y económicas que se deriven dado que "sus desatinos no pueden recaer sobre los bolsillos de los asturianos".

En su réplica, Fernández ha defendido la actuación de su gabinete en el expediente abierto contra el diputado forista -"compañero suyo en esta periclitada aventura política crepuscular", ha apuntado- y finalmente sobreseído atendiendo a la doctrina del Tribunal Supremo. "Yo no tengo esa idea conspirativa de la realidad que tiene usted, que ve en cada acción del Gobierno un pacto con fuerzas oscuras o conciliábulos hechas por detrás y ahora una utilización espuria de la administración para perjudicar patrimonios y enfangar reputaciones", ha añadido Fernández.

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Para el presidente asturiano, pese a que el expediente se cerró "sin consecuencias", Cascos había optado por recurrir a la "voz impostada, la pose senatorial y la declaración tribunicia" para hacer una intervención propia "de un mal abogado de caleya". Además, ha recordado al líder de Foro algunas de sus actuaciones a lo largo de su carrera política como cuando pidió al Tribunal Supremo que juzgara "como ya había juzgado la calle" o cuando calificó de "tabernario" el auto de un juez que perjudicaba al ex presidente de Baleares, Jaume Matas, actualmente en prisión.

"Usted repartió pasquines en Oviedo contra sus disidentes políticos y, ahora, en la última fase de su balada y ante el desánimo de su parroquia lamento decirle que no soy partidario de proteger a todas las especies en riesgo de extinción", ha concluido.

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