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EFE
Martes, 11 de noviembre 2014, 19:14
El presidente del Principado y secretario general de los socialistas asturianos, Javier Fernández, ha señalado hoy que Podemos "aspira a tomar el PSOE, que no el cielo, por asalto", que UPyD "anhela convertirse en la llave del sistema" y que IU "lleva décadas suspirando por la fractura del PSOE".
Fernández, que ha participado en un encuentro sobre los retos de la calidad de la democracia en el siglo XXI organizado por la Fundación Sistema, se ha quejado de que los únicos partidos que hoy son "vistos casi como asociaciones de malhechores en lucha por el erario publico" son los "mayoritarios". Los otros -ha dicho- aparecen excluidos de esa critica, porque "su condición de minoritarios es como si les disculpase". A su juicio, eso ocurre porque "lo que llaman bipartidismo" se ha convertido en el adversario común de los intereses de todos ellos.
En su intervención sobre la "democracia interna de los partidos políticos", el presidente asturiano ha sostenido que la corrupción en España no es "sistémica" y que ante los "cambios profundos" que reclama la sociedad en el funcionamiento de las organizaciones políticas, el PSOE ha tenido la "audacia" de hacer reformas para ensanchar su democracia interna, como la de elegir a su líder mediante primarias.
A este respecto, ha advertido del riesgo de "cesarismo" y ha llamado a "equilibrar programa, liderazgo y partido". También ha expuesto que para la regeneración democrática son necesarios tres requisitos: una sociedad participativa que imponga una ética política, la existencia de alternativas políticas "de verdad" y el combate de la desigualdad "creciente".
Sobre el primer requisito ha argumentado que hasta la crisis ha habido "condescendencia con la corrupción" y que incluso "hubo corruptos electoralmente muy populares", pero que ahora ha habido una "transición ética" en virtud de la cual los ciudadanos no aceptarían hoy "hitos" de corrupción como la conversión del caso Naseiro en 1990 en el caso Manglada, el "tamayazo" en Madrid en 2003 y el SMS de Rajoy a Bárcenas: "Luis, sé fuerte, hacemos lo que podemos".
"Ninguno de los tres hitos sería admisible hoy socialmente", ha sostenido, tras recalcar que en la política "no basta con ser legal" y que "no todo lo que no puede hacer un político está en la legislación".
En ese punto ha recordado su reciente decisión de expulsar al sindicalista Fernández Villa, después de recibir la "noticia quizá más dolorosa" de su vida política: "Me bastó con que no desmintiera que se había acogido a la amnistía fiscal. Desde ese momento tuve claro que no le podía ofrecer el burladero de la presunción de inocencia", ha recordado.
Respecto a las alternativas políticas, se ha referido al conflicto de Cataluña y ha puesto como ejemplo la declaración de Granada que suscribieron en 2013 el PSOE y el PSC para "definir un espacio de negociación y acuerdo entre el independentismo insolidario y la ausencia desoladora de cualquier iniciativa para restañar conflicto".
En esa línea, ha aseverado que el 9N "no empezó ni terminó nada" en la relación entre Cataluña y España, sino que "continuó su deterioro, agravado por la huida hacia adelante del independentismo catalán y por la respuesta de quien es incapaz de ofrecer más alternativas que el lógico cumplimiento de la ley".
Ha señalado también que "sin credibilidad económica no puede haber credibilidad gubernamental" y que el PSOE es la única fuerza preparada para elaborar un "discurso económico diferenciado y creíble que evite el afán de agradar a todos para no convencer a nadie".
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