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AIDA COLLADO
Martes, 2 de septiembre 2014, 00:24
Tres miembros de la Presidencia de Izquierda Unida en Asturias anunciaron ayer la presentación de su dimisión por desavenencias con el coordinador general de la coalición, Manuel González Orviz. Telly Lorenzo, Marisa Rodríguez Jareño y Javier Andrade fueron quienes finalmente dieron el paso, a pesar de que se esperaban más dimisiones. Su decisión, dijeron, «está más que meditada» y ha sido tomada en pro «de la democracia interna de la organización». «No queremos ser cómplices de una gestión que está dañando a nuestra organización», completaron.
Telly Lorenzo fue secretaria de Movimientos Sociales de IU de Asturias, tras la asamblea de 2012. Hace un año, dimitió del cargo por desacuerdos con la dirección, aunque siguió siendo miembro de la Presidencia hasta hoy. Marisa Rodríguez Jareño, por su parte, es la actual coordinadora de IU en Corvera -próximamente se celebrará una asamblea local- y Javier Martínez Andrade es un destacado activista del colectivo de lesbianas, gays, transexuales y bisexuales de Asturias.
«Principios como la participación, la gestión de la pluralidad o la apertura a la sociedad, que son principios fundacionales de IU y que nosotros defendimos en la última asamblea, están siendo ninguneados permanentemente», advirtieron.
Los tres insistieron en que, en los últimos años, han desaparecido los amplios debates con participación de militantes y simpatizantes, «llevando incluso a imposibilitar debates sosegados y profundos en el Consejo Político, como máximo órgano de dirección».
Según defienden, mientras muchos militantes de la coalición están «trabajando por recuperar formas amables de participación y entienden, como nosotros, que la pluralidad es un elemento enriquecedor», la actual gestión del partido «está impidiendo esto». A su parecer, la dirección es la responsable de que la organización no resulte «atractiva» ni se perciba «como algo amable».
No orillan los problemas de su partido: «En junio hizo dos años de la asamblea y se sigue profundizando en esa división interna, cuando no tendría por qué, ya que somos la misma organización». Tampoco dudan de su decisión «sosegada». Éste, afirman, es un paso «meditado, después de haber dado avisos de nuestro desacuerdo (dimisiones de concejalías, de secretaría, de coordinación de áreas...) y haber transcurrido suficiente tiempo, durante el cual observamos que no hay ninguna intención de cambio».
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