Sánchez destaca «la generosidad» de Javier Fernández para frenar la polémica con la FSA

No se esperaba Pedro Sánchez que en su primera rueda de prensa como secretario general tuviera que responder preguntas sobre el conflicto generado en el marco del congreso de este pasado fin de semana con los socialistas asturianos. El nuevo secretario general del PSOE pasó de puntillas sobre la polémica ocasionada con Javier Fernández, tras arrebatarle la presidencia del Consejo Territorial, decorando su respuesta con elogios a la figura del líder de la FSA.

«Es un extraordinario compañero al que admiro mucho», señaló al ser preguntado por el choque de las últimas horas con la federación asturiana. Evitó entrar en el fondo de la cuestión y se limitó a alabar la generosidad del presidente del Principado. Eso sí, negó de forma tajante que la constitución del Comité para la Transición Industrial y Energética se haya creado por capricho para encontrar un encaje a Fernández en la nueva dirección.

«Este órgano es prioritario porque la temática que aborda es uno de los grandes retos que tenemos por delante», precisó Sánchez que, después de volver a ser preguntado por el enfrentamiento con Asturias volvió a responder sin salirse ni una línea del guión. «Javier Fernández es un gran compañero al que respeto mucho», reiteró.

Un discurso muy parejo utilizó el número dos socialista, César Luena, al intentar zanjar la controversia originada en la previa del congreso, después de que Sánchez accediera a dar a Susana Díaz el cargo que ambicionaba el secretario general de la FSA al frente del Consejo Territorial. En declaraciones hechas a la Cadena Ser, Luena rechazó que se hable de «premio de consolación» para el presidente asturiano y pone en valor la declaración realizada por éste en la que aseguraba que «echaba la llave» y «olvidaba» todo lo ocurrido en el marco del cónclave.

«Eso es lo importante», apuntó el nuevo secretario de Organización, que si bien elogió la generosidad de Javier Fernández, sacó a relucir la legitimidad que tiene Pedro Sánchez como máximo responsable del partido después de haber sido elegido por toda la militancia. Una afirmación de la que cabe extraer la interpretación de que quien manda en el partido es el secretario general, a pesar de que pueda haber quejas de algunos sectores.

A los escépticos, aquellos que creen que Sánchez creó el Comité para la Transición Industrial y Energética para contentar a Fernández y salvar la cara, Luena les asegura que la propuesta estaba meditada antes de que se desatara la tormenta. «Es cierto -puntualizó- que no estaba formulado públicamente». No obstante, el 'número dos' del PSOE advierte de que este organismo tendrá una especial incidencia: «Todos comprobarán la importancia que le vamos a dar a esta materia».

Pulsos y hegemonía

Una de las imágenes que deja el congreso socialista retrata a la nueva presidenta socialista, la andaluza Micaela Navarro, consolando a Javier Fernández, después de que se resolviera con una solución intermedia el conflicto con la dirección federal. Navarro no habló ayer, en una entrevista en Canal Sur, de esa conversación pero sí de los «tirones hasta el último momento» que dio la Federación asturiana para conseguir meter más gente en la ejecutiva. Una actuación que asegura «entender» y que ve «lógica». Contrariamente a lo que sostienen los críticos, la dirigente andaluza considera que no se puede hablar de «sectores» dentro de la organización como una herencia de las primarias. «Ese día -en alusión a las elecciones internas- desaparecen los grupos y los porcentajes». Con el mismo convencimiento, rechazó que el PSOE andaluz tutele a la nueva dirección, aunque dejó claro que se trata de la federación más importante y por eso no debe extrañar, afirmó, que sea la que más representación tenga en la nueva dirección. Andalucía, cabe no olvidarlo, controla un 20% de la ejecutiva.