J. A. GARCÍA
Jueves, 26 de junio 2014, 00:22
Los militantes de Izquierda Unida de Asturias votaron a lo largo de la jornada de ayer en 35 mesas distribuidas por toda la región si finalmente, como es el deseo de buena parte de la dirección regional, se convocan primarias para elegir al coordinador regional y a los candidatos electorales y si ese proceso es abierto al resto de la ciudadanía. El resultado definitivo no se conocerá hasta mañana viernes, una vez que se lleve a cabo también el recuento de los sufragios remitidos por correo. Pocos se atreven a hacer vaticinios sobre el desenlace de la votación, aunque es mayoritaria la opinión de que las primarias abiertas saldrán adelante al igual que la oportunidad de establecer un revocatorio, con el que podría despojarse de sus atribuciones a aquellos cargos institucionales u orgánicos que no cumplan con las funciones para los que fueron elegidos.
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Manuel González Orviz, que ayer tuvo que desplazarse de urgencia a Madrid para abordar en los órganos federales la dimisión del eurodiputado Willy Meyer, cree que lo importante, más allá del resultado que arrojen las urnas, es el hecho de que la organización deje de mirar para adentro y piense en atender las necesidades de los ciudadanos.
«Si nosotros hacemos un llamamiento a la rebelión democrática, para hacer este llamamiento a la mejora de las condiciones de vida de los trabajadores lo que hay que tener es el apoyo social y el apoyo social se obtiene también por estas vías», asegura el coordinador regional, que insiste en su deseo de que la organización se abra «al conjunto de la sociedad».
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