Epílogo
La celda se ha abierto
EPÍLOGO: LA CELDA SE HA ABIERTO
Joaquín Ferrándiz, el asesino en serie que mató a cinco mujeres en Castellón en los años 90, ya está en la calle. Ha pasado 25 años entre rejas. Fue encarcelado con 34 años y la puerta de su celda se ha abierto cuando tiene 59. Sale de la prisión de Herrera de La Mancha en víspera de unas elecciones generales, con casi todo el foco de actualidad puesto en la política.
Rodeado por los periodistas, la voz de Ferrándiz se ha vuelto a escuchar casi tres décadas después de su escueta intervención en el juicio.
JOAQUÍN FERRÁNDIZ: Me voy al extranjero para no molestar a nadie y rehacer mi vida.
PERIODISTA: ¿Dónde se va al extranjero?
JF: Fuera de España.
PERIODISTA: ¿Pides perdón a las víctimas?
JF: Ya lo hice.
PERIODISTA: ¿Te arrepientes?
JF: Claro.
Libertad. Pero muchas dudas: ¿se ha rehabilitado durante su estancia en prisión? ¿Realmente la psicopatía se puede tratar, tienen las cárceles españolas recursos para ello…?
¿Y qué vida le espera? ¿Cómo se recupera alguien de pasar sus años más valiosos entre rejas? En lo policial, en lo judicial: ¿qué hemos aprendido de los errores que se pudieron cometer en este caso?
¿Está nuestra sociedad preparada para la reinserción de criminales?
CABECERA
El mayor criminal de la historia reciente de nuestro país es, oficialmente, un hombre libre. Joaquín Ferrándiz ha cumplido su condena y ha cumplido con la ley. La Audiencia de Castellón le impuso 69 años de cárcel por sus cinco crímenes, pero el tiempo máximo legal es de 25.
Es la segunda vez que Ferrándiz sale de la cárcel. La primera fue en 1995, después de pasar 6 años en prisión por violar a una chica, a María José. Su condena entonces fue de 14 años…
JMH: Va redimiendo pena por trabajos, al final de los 14 años de prisión por un delito muy grave, cumple seis. Cumple seis. Y al 6º año empieza a matar.
José Miguel Hidalgo, capitán de la UCO, defiende que en aquella época la capacidad manipulativa de Chimo, como suele llamarle, no tenía límites. Manipuló a su familia, a sus amigos, a su entorno… Incluso al mundo carcelario:
JMH: Hasta tal punto que yo creo que influye en los funcionarios que se relacionan con él en prisión y los funcionarios que luego forman parte de esa junta de tratamiento que tienen que evaluarle para ver si queda en tercer grado o no queda en tercer grado.
Eso cuesta entenderlo…
JMH: Es una serie de concatenación de errores en los cuales yo me incluyo también como profesional que podemos tener, pero que no debemos obviar ni pasar por alto para que en un futuro no vuelva a pasar. [01:41:49][10.7]
No fue el único error, según el criminólogo Vicente Garrido:
VICENTE GARRIDO: Nadie en la cárcel imaginaba que tenía delante a un asesino en serie. Lo que sí que yo reprocho, o al menos pienso que sería motivo de una crítica profesional, es que los los psicólogos en aquellos años no prestaron atención a la forma en que él llevó a cabo la agresión sexual. Esa forma de cometer la agresión sexual en realidad era un borrador de los crímenes. Pero, una vez más, entiendo que era otra época.
NG: Resulta que aquella primera agresión ya contenía la «firma» del psicópata en el que se convertiría Ferrándiz. A María José la amordazó de una manera muy parecida a como años después ataría a Sonia, Paqui, Mercedes, Nati y Amelia Sandra. Pero en aquel primer episodio, todo el mundo vio una agresión, no la semilla de un asesino en serie.
VG: Hoy en día hacemos una lectura mucho más profunda y quizá en aquellos años fue simplemente un violador más.
NG: En la actualidad sabemos más cosas gracias a avances en las ciencias forenses y en las técnicas policiales… Aun así, en lo médico, no existe ningún tratamiento que se considere efectivo para la psicopatía. Sobre los impulsos asesinos, la criminología sí permite establecer algunas tendencias esperanzadoras.
VG: Sabemos por la investigación que las probabilidades de cometer delitos violentos después de un tránsito tan largo en la cárcel disminuye de una manera muy sustancial. Y también sabemos que los impulsos homicidas disminuyen mucho por razones biológicas con la edad.
NG: Además, piensa Vicente Garrido, Ferrándiz no podrá librarse de la sombra de la sospecha.
VG: ¿Cuánto tardaría la policía o la Guardia Civil si hay un homicidio en su entorno o cerca de él en ir a interrogarlo? Es un hombre señalado.
NG: De cómo ha vivido Ferrándiz entre rejas sabemos algunos detalles. En un informe reciente, la junta de tratamiento de la prisión manchega le atribuye «bajo riesgo de reincidencia». Los psicólogos lo describen como «tranquilo, responsable, obediente, educado y pacífico». Adjetivos muy similares a los que utilizaron en 1995 para justificar su primera salida de la cárcel. ¿Y si se ha vuelto a poner el disfraz?
PREGUNTA PERIODISTA: ¿Cree usted que ha podido engañar a los psicólogos de la cárcel?
JUAN SALOM: ¡Ya lo ha hecho, ya lo ha hecho! Este hombre era tan competente y tan tan eficaz que engañó a los psicólogos y a todo el equipo de tratamiento.
NG: El fiscal Juan Salom, impulsor de la investigación y acusador público en el juicio, sí piensa que Ferrándiz puede estar fingiendo para presentarse como un preso ejemplar. Salom nunca se quedó satisfecho con la condena.
JF: A mí me parecía vergonzoso, pero es lo que teníamos en la ley de entonces, en el Código Penal de entonces el máximo cumplimiento de pena eran 20 años y, excepcionalmente, cuando había dos o más asesinatos 25.
Ferrándiz fue juzgado por el código penal de 1995 y la prisión permanente revisable -que permitiría prolongar ese máximo de 25- es muy posterior, de 2015.
JS: Hubiera podido matar a 80 personas y la pena no hubiera podido exceder de 25 años. Si se fijan, cada asesinato le ha salido a cinco años de pena efectiva.
NG: Era, claramente, otra época… A día de hoy, las condenas más recientes a hombres que han matado a una mujer -en ocasiones ellas eran sus parejas- son mucho más elevadas: 22 años o incluso 24.
ROSA EDO: Él cometió unos hechos monstruosos, la sociedad lo castigó y él habrá cumplido el castigo hasta el último día.
NG: La abogada que le defendió, Rosa Edo, no se cansa de explicar que el caso, judicialmente, está finiquitado. Pero hay cabos sueltos, algunos muy importantes. De cara al juicio, Ferrándiz fue diagnosticado como psicópata. En concreto, en la sentencia se le atribuye un «trastorno de la personalidad polimorfo que no le impide gobernarse por sí mismo». Rosa recuerda que en los alegatos finales pidió un tratamiento específico para Joaquín. Pero nada de aquello ha sucedido.
RE: Se ofreció y estuvo dispuesto a colaborar en todo momento para que se realizaran terapias, estudios con él, para saber por qué habían ocurrido los hechos y saber si eran evitables a futuro. La realidad es que cuando ingresa en prisión, más allá del tratamiento -si se puede llamar de alguna manera- ordinario que reciben todos los presos en prisión, no recibe ningún tratamiento específico. No se ha hecho nada específico con él. Se abrió la puerta, se le metió en prisión y el día último de su condena saldrá.
NG: Ese día ha llegado, Joaquín Ferrándiz ya está en la calle. Es un hombre libre, aunque la ley le impide volver al lugar de los hechos al menos durante cinco años. En ese tiempo no podrá pisar la ciudad de Castellón, ni las localidades de Benicàssim, Onda o Vila-real. Esta restricción asegura que Ferrándiz no se cruce con las familias de sus víctimas, como con Jaime García, por ejemplo, que perdió a su hermana Amelia Sandra y no ha levantado cabeza desde entonces.
JAIME GARCÍA: Para mí, no hay perdón. Todo lo que ha hecho sufrir a mi familia y lo solo que me quedaba en este mundo. No perdono nada a ese tío.
Jaime desearía que, fuera de prisión, a Ferrándiz se le diera algún tipo de seguimiento:
JG: Espero que Joaquín Ferrándiz, cuando salga, tenga más vigilancia policial, porque si no volverá a las andadas. Eso lo creo yo y creo que lo cree el 90% de la gente de Castellón.
NG: Esa es otra buena pregunta, pertinente pero que nuestra ley no contempla de momento: ¿convendría vigilar a los presos peligrosos una vez salen a la calle?
JMH: Pues a lo mejor hay que planteárselo, pero planteárselo desde el estamento social, al estamento político, al estamento jurídico y proponer cambios legislativos para que sí que haya una serie de controles, sí que haya un registro de personas extremadamente violentas para saber dónde residen, como hay en otros países.
NG: El capitán de la UCO habla del derecho a defenderse para sentirnos a salvo… Entiende que nuestra sociedad debe aprender, pero hacerlo con medidas reguladas, sin pánico ni arrebatos.
JMH: Decir «nosotros te vamos a dar un voto de confianza, pero vamos a tener también una serie de herramientas para poder evitar que tú, que ya has delinquido, puedas volver a delinquir».
NG: Para el agente, el futuro de Ferrándiz es una incógnita. Otro interrogante más: ¿cómo y dónde vivirá? Vicente Garrido apunta al extranjero…
VG: Probablemente lo que tendría más sentido es que tuviera la posibilidad de ir a España algún tipo de asociación que de trabajo a este tipo de personas probablemente sería lo más fácil para él. Yo desde luego lo haría. No me quedaría en España.
JAVIER MARTÍNEZ: Cuando salga de prisión, Ferrándiz lo va a tener muy complicado porque seguramente sufrirá un acoso periodístico, como ya ocurrió con Miguel Ricart. ¿Y si va a conseguir pues adaptarse a esta nueva vida en sociedad sin ser un individuo peligroso? No sé, va a ser complicado contestar a esa pregunta.
Javier Martínez, periodista, está acostumbrado a seguir la pista de expresidiarios tras su salida de la cárcel… Pero este caso le parece único:
JM: He aprendido que la crueldad humana hay que combatirla con todo, con prevención, con investigación policial, con justicia y también con memoria para las víctimas.
CARMEN NEGRE: Cada vez que nos enfrentamos a una muerte violenta y muerte homicida, aprendemos lo vulnerables que somos. La importancia también del azar, la importancia de la prevención.
Por su trabajo, Carmen Negre tiene contacto diario con la muerte. Sus compañeros de equipo se ocuparon de las autopsias de las víctimas de Vora Riu (Mercedes, Paqui y Natalia) y ahora dirige un equipo que lidia con la violencia de género muy a menudo.
CN: Valorar el riesgo de incidencia se nos pide hoy en día prácticamente en todas las guardias respecto a las violencias de género. Tenemos elementos que permiten pues aproximar el riesgo de conductas violentas futuras sobre sobre la pareja, en este caso sobre mujeres.
NG: En España, se empezó a contabilizar en 2003 a las víctimas de la violencia de género. Más de 1.200 mujeres han sido asesinadas desde entonces. Para reducir ese riesgo, la forense destaca la importancia de la educación…
CN: Y no lo estamos consiguiendo. Estamos viendo hoy en día que hay muchas más violencias sexuales, violencias en general como respuesta a factores que son estresantes y eso es preocupante.
NG: El futuro, si seguimos pensando en el futuro, en lo que pasará mañana, esta noche, en lo que no queremos que pase, se nos plantea una pregunta ineludible…
¿Joaquín Ferrándiz volverá a ser el mismo?
VG: Yo creo que no. Yo creo que él no volverá a matar. Pero lo creo. No estoy seguro.
JMH: Hay estudios que nos dicen que puede volver a suceder.
JM: Quiero creer que Ferrándiz no volverá a matar, pero es una incógnita.
JG: No creo que se reinserte.
CN: La bola de cristal no la tenemos.
JS: Me gustaría creer que no, me gustaría creer que no.
JG: Yo creo que cuando pilla alguna puede matar.
CN: Para conocer las conductas futuras, lo mejor es mirar las pasadas.
JS: Eso es una incógnita y yo confío que no. Es que absolutamente nadie puede dar esa respuesta. Puede que ni siquiera él.
Fue en julio del 95 cuando Joaquín Ferrándiz mató a Sonia Rubio, la primera de las cinco mujeres asesinadas. Fue en julio del 98 cuando lo intentó con su última víctima
RE: Todos confiamos en que pueda llevar una vida normal y no nos tengamos que volver a ver en el juzgado. Lo confía él y lo espero yo también, claro.
NG: Y es en julio de 2023 cuando se ha abierto la puerta de su celda, cuando esta historia termina. Y otra, incierta, comienza…
FIN
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