Reneé Zellweger: «Me quemé y me olvidé de vivir»

-La ovación que recibió en el Festival de Toronto le hizo llorar.

-Fue muy emocionante. Mi intención con esta película era celebrar la vida de Judy Garland, una mujer a la que admiro mucho porque ha sido una de las grandes vocalistas de la historia. Comprender cómo superó las dificultades de trabajar en Hollywood me ayudó a poner su persona en perspectiva.

-Es imposible volver a ver 'El Mago de Oz' con los mismos ojos.

-Estoy de acuerdo. Siempre ha sido una de mis películas favoritas, sin embargo, cuando descubrí lo que ella sufrió al rodarla algo se rompió. El guionista estaba muy interesado en la vida de Judy en su última etapa, cuando había perdido todo. Contraté a un profesor de canto para entrenar mi voz y me fijé en el lenguaje corporal de Judy. Ha sido un proceso de investigación muy difícil, pero estoy muy orgullosa del resultado.

-¿Con qué debería quedarse el público del filme?

-Hay que entender la gratitud de Judy. Ella compartió su experiencia para celebrar la música. Su legado significa mucho para mucha gente. Creo que sus admiradores quieren seguir disfrutando y compartiendo lo que ella representa, incluso cincuenta años después de su muerte.

-¿Supo desde el principio cómo interpretar a Judy?

-No. De hecho, me negué a comprometerme con el personaje cuando me lo ofrecieron porque no me parecía posible que yo pudiera hacerlo. Una vez que investigué sobre ella, empecé a darle forma y me vi capacitada para interpretarla. Estamos hablando de un icono cultural. Tuve que bucear por YouTube durante días para entender el personaje, para intentar representarla con integridad. Ese ha sido mi mayor logro, la entrega que he puesto en el personaje.

-Es sorprendente ver cómo comienza la adicción de Judy Garland a las píldoras y cómo los productores de 'El Mago de Oz' no la dejaron comer. Hollywood ha cambiado, pero no los cánones de la belleza.

-Tengo mis propios pensamientos sobre la belleza y cómo se representa. Hemos creado una idea errónea de lo que realmente nos parece atractivo, pero una mujer que vive apasionadamente y es feliz es hermosa. La cualidad más atractiva en una mujer o un hombre es la alegría. No se trata del tamaño de tu vestido, sino del de tu sonrisa. El poder de las mujeres no es frágil, no es ligero, no tiene hambre. Nos alimentamos de alegría, placer y necesitamos sentirnos sanas, vibrantes. Tienes que comer, bailar y reír. Cuando sabes disfrutar, descubres la belleza.

-¿Piensa en los premios?

-No. Intento vivir plenamente. Cuando trabajo me entrego por completo, mi recompensa es el llanto del público al ver la película.

-¿Cómo es su relación con las redes sociales?

-No me gustan, no tengo ninguna relación con ellas. Aprecio su valor como herramientas políticas, pero también sirven para crear estereotipos negativos, para atacar y especular.

-Regresa después de estar desaparecida unos años.

-Necesitaba algo de tiempo para reconsiderar, dedicar a mis amigos, a mi familia, a mí misma. Creo que me quemé, fue una década trabajando incansablemente. Me olvidé de vivir, puede sonar cursi, pero es exactamente lo que me pasó.

-¿Le incomoda la fama?

-Es parte de mi trabajo, sin embargo, es lo peor de ser actor. Soy de la opinión de que tienes que mantener el misterio y no diseccionar tu vida ante la opinión pública. No comparto mi vida en las redes sociales ni estoy interesada en hablar de otra cosa que no sean mis películas.

-Disfruta su tiempo lejos del mundo del cine.

-Sí. Pero no digas que me retiré, porque no fue así. Me dediqué a escribir, a producir y a vivir.