Un fantasma llamado Carlos Dávila merodea por el escenario del Teatro Palacio Valdés de Avilés

Es probable que el espíritu de Oscar Wilde sobrevuele hoy, 7 de noviembre, a las 20 horas, el escenario del Teatro Palacio Valdés, en Avilés, para ver qué han hecho con su obra la directora Gemma de Luis y el elenco de actores que ponen en escena 'El fantasma de Canterville', con una dramaturgia de Laura Iglesia.

Carlos Dávila es el fantasma protagonista de 450 años que se mueve por un viejo castillo victoriano que han comprado unos americanos a los que considera «unos petulantes y presumidos». Aseguró que siente bien en el papel porque «tiene unas líneas claras de interpretación» y confesó que su personaje no lleva sábana blanca

Respecto a las almas que están vagando perdidas por no haber cumplido su misión, Dávila dijo que «puedo creer en este tipo de fantasmas», pero «siempre son fantasmas buenos, que se quedan o están aquí para ayudar a los que estamos, no para fastidiar ni para atormentar a nadie»..

La historia ha sido trasladada a la época actual por lo que los protagonistas tienen móviles, gafas de realidad virtual o espadas láser. Son cerca de treinta personas participan en sacar adelante esta idea de El Jaleo Producciones cuyo socio Luis Alija manifestó ayer que «siempre generamos mucho jaleo y debate a la hora de hacer los proyectos y buscamos proyecciones que nuestra compañía no podría asumir».

Aunque suelen producir obras de autoría propia, en esta ocasión han ido a un clásico porque «cada vez hemos intentado generar un nuevo camino».

Respecto a la complejidad de hacer teatro en Asturias, Luis Alija manifestó que «en algunas ocasiones es más fácil que hacerlo en Madrid, sobre todo en las compañías de provincia». En los últimos seis años, según su opinión, «se ha producido un cambio sociopolítico y se ha hecho una apuesta mucho más grande no solo por las artes escénicas sino por la cultura».

No obstante, reclamó que ante un estreno «tengamos una vida más clara del futuro de las obras porque estrenamos este semestre y hasta el que viene no empieza la vida de circular porque no están las dinámicas generadas necesarias para el movimiento».

Insistió en que «sí se puede producir en Asturias», pero reconoció que «aún nos falta mucha formación en producción escénica porque no es una carrera que esté desarrollada y tenemos que ir profesionalizándola tanto del lado privado como del público y eso en las zonas rurales es un trabajo más pendiente de realizar».

La concejala Yolanda Alonso, destacó que llegue otro estreno al Palacio Valdés y, en este caso, de producción asturiana

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