Innecesaria guerra de los mundos

Es indudable la influencia posterior que ha tenido este texto, tanto en otras narraciones con argumento parecido como en el cine o la televisión, donde la novela se ha adaptado en varias ocasiones (Spielberg lo hizo en 2005 con una cinta protagonizada por Tom Cruise). La versión más célebre es radiofónica y tuvo al frente al mismísimo Orson Welles, que desató las alarmas entre los inocentes oyentes. Se realizó en 1938 y se emitió como si fuera un informativo de carácter urgente. Aunque previamente se había advertido de que se trataba de una ficción, muchos oyentes que se incorporaron más tarde creyeron que era real y entraron en pánico. La invasión se situó en Nueva Jersey, lo cual provocó que los vecinos de este estado y del vecino Nueva York protagonizasen escandalosas estampidas. Once años después la desasosegante locución se repitió en Ecuador y allí las consecuencias resultaron todavía más graves. En un primer momento los ciudadanos salieron a las calles con el fin de huir despavoridos, pero cuando descubrieron que todo era fruto de un 'experimento' de Radio Quito acudieron enfurecidos hacia su sede para protestar frente a él. La movilización acabó con un desproporcionado incendio.

Eran, por supuesto, otros tiempos, en los que el público estaba menos acostumbrado a la influencia de los medios de comunicación. Posteriormente el libro se ha llevado a otros formatos en busca de la adaptación definitiva, si es que esta termina de llegar. Lo digo porque en pocas semanas se estrenan dos obras audiovisuales que parten del popular texto y aspiran a ello. Movistar ha estrenado la miniserie de tres horas de la BBC, escrita por Peter Harness, que ha querido ser lo más fiel posible a la novela y de hecho es de momento la que más se aproxima a la época que propuso originariamente Wells. La trama se desarrolla en la Inglaterra del periodo Eduardiano a principios del siglo XX, momento en que la sociedad ha de hacer frente a la amenaza de una raza alienígena de origen desconocido que empieza a invadir la Tierra con la aparente intención de destrozarla.

A diferencia del libro, la propuesta británica sí identifica claramente a los protagonistas que van a sufrir este ataque con el fin de que el espectador pueda identificarse claramente con ellos. George y Amy son una pareja que está a punto de empezar una nueva vida juntos cuando les sorprende el impacto de un gran meteorito. A partir de ahí deberán combatir en una guerra que tiene como objetivo acabar con los humanos. La producción se atreve además a lanzar un mensaje ecologista, puesto que los extraterrestres pretenden implantar un nuevo ecosistema. Así la serie presenta dos escenarios, en el que se sucede la batalla orquestada por los marcianos y otro futuro con un paisaje devastado de fondo. A pesar de que la producción es ambiciosa en sus pretensiones naufraga en lo importante: sus diálogos son endebles y carece de ritmo suficiente para enganchar al espectador.

A final de este mes el texto de Wells vuelve a probar suerte, esta vez de la mano de Fox y Canal+ que han producido otra versión que transcurre en la Europa actual, protagonizada por Gabriel Byrne y Elizabeth McGovern.