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Este fin de semana se produce uno de los acontecimientos cinematográficos del año, por no decir directamente de la década. Se estrena la secuela de 'Blade Runner', un clásico al que resulta todo un atrevimiento revisitar, pero las buenas críticas han liberado ... el lastre de la desconfianza habitual entre cinéfilos ante un evento de estas características y el deseo de devorar la nueva película de Denis Villeneuve, cuya prolífica trayectoria es incuestionable, sobre todo a nivel visual, se ha multiplicado. Como buen amante del séptimo arte cuando se estrena una nueva entrega de un título imperecedero, aunque suene a maniobra de marketing (parece que nos cuesta abrirnos a ideas nuevas y Hollywood exprime la nostalgia al máximo), toca volver a degustar el material original para pasar por la sala oscura con los deberes hechos. La cult-movie de ciencia-ficción de Ridley Scott, al que le salió bien la jugada, como en 'Alien', quizás fruto de la casualidad, o de tener un buen equipo detrás a tenor de sus posteriores trabajos, goza de varias versiones -siete contadas, quizás ocho-, con lo cual elegir la más adecuada para cumplir con la preparación pre-proyección no es una tarea fácil.
Scott confirma el dicho de que "una obra nunca está acabada del todo". Se atrevió a estrenar una versión del director que incluía imágenes extraídas de 'Legend' (1985), una película posterior de su cosecha, ante la estupefacción de sus seguidores. Decidió que tenían que verse un puñado de fotogramas oníricos con un unicornio dando saltitos para subrayar el mensaje. La utilización de la voz en off de Deckard, el protagonista encarnado por Harrison Ford, también fue motivo de discusión con los estudios, que querían que se explicase todo mejor, de ahí que al espectador despistado haya que dárselo todo bien masticado (un mal endémico en el cine comercial, alimentado por Christopher Nolan). Por si no te has enterado, te lo contamos con la palabra. Pero antes del estreno en cines del primer corte hubo un experimento en varias ciudades de EE UU, donde los productores hicieron un 'testeo' con el público con un montaje apresurado sin la mítica música de Vangelis. Sonaba la banda sonora que John Goldsmith compuso para 'El Planeta de los Simios', ahí es nada, y a Warner le salió mal la maniobra. Los comentarios a la salida de los pases fueron hirientes y tuvieron que echar mano de las notas del propio Scott para arreglar el desaguisado. Además, tuvieron la brillante idea de cambiar el final por uno más comercial para contentar al gran público.
La versión estrenada en junio de 1982 incluía el nuevo happy end. Temerosos de que fuera un filme demasiado deprimente, desde la producción decidieron que había que cambiar el final y, de paso, encasquetar la dichosa voz en off que a día de hoy poco convence, aunque da un agradecido toque de cine negro clásico al conjunto. Scott no pudo driblar estas imposiciones y Philip K. Dick, autor de la novela original ('¿Sueñan los androides con ovejas eléctricas?'), no pudo dar su bendición a los cambios, ya que murió en marzo de 1982. Dicen los rumores que Ford se mostró reacio a grabar el nuevo audio y lo hizo de mala gana con el deseo de que Warner finalmente lo rechazase. Sin embargo, coló, y de alguna manera el producto final se contextualizaba mejor. La MPAA, responsable de la calificación por edades de las películas en el país de las barras y estrellas, decidió eliminar algunas escenas excesivamente violentas, donde corría la sangre, detalle que no ocurrió en otros países que sí pudieron ver meses después.
La versión "sin cortes" fue editada en VHS por Warner y fue lanzada en 1992 como la edición del décimo aniversario a la vez que el montaje del director, lo que generó confusión entre los fans completistas del filme. A su vez, al emitirse en televisión se doblaron algunas partes para que no se escuchasen palabras malsonantes y se eliminó contenido sensible para que fuese apta para todos los públicos. El cacao de diferentes montajes es evidente, y todavía quedan, porque en 1989 un experto en restauración de películas, Michael Arick, descubrió de casualidad una copia de trabajo en 70 mm. que no tardó en entrar en el circuito de exhibición para recaudar más beneficios. Scott no recibió este lanzamiento con alegría porque en su promoción la vendieron como el montaje del director. Su ira le permitió negociar otra versión supervisada por él donde incluyó el famoso sueño del unicornio, atendiendo a las teorías de que el protagonista es también un replicante, algo que Ford siempre ha negado. Al menos, durante el rodaje, mientras preparaba el personaje, esa hipótesis no estaba sobre la mesa.
Es difícil decantarse claramente por una versión, pero la más aplaudida entre los aficionados al género fantástico es el 'final cut' editado en 2007 por el 25 aniversario. La ideal para el que esto escribe no cuenta con el dichoso unicornio, la voz en off está ausente y el final edulcorado fuera de juego. Villeneuve se decanta por una aproximación a esta idea, como ha comentado en varias entrevistas. "Me crié con el corte original, la versión original que a Ridley no le gusta", subraya. "Ese es el Blade Runner al que me introdujeron en principio y el que me encantó durante años, pero debo decir que soy alguien que aprecia mucho el último corte, la versión Final Cut. Así que entre todos los diferentes cortes, para mí es la primera y la última las que más me inspiran".
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