Lillian Gish, un siglo de cine

Lillian Gish (1893-1993) se llamaba en realidad Lillian Diana de Giche y nació en Springfield, Ohio. En 1899, con apenas seis años, empezó a actuar en el teatro, y estaría sobre el escenario, siempre junto a su hermana Dorothy, dos años menor, hasta 1912. Fue en esa fecha cuando la joven Lillian conoció a David W. Griffith gracias a la relación de las hermanas con la entonces estrella en ciernes Mary Pickford. Griffith quedó tan impresionado por el talento de las dos hermanas, pero especialmente por el de Lillian, que la convirtió en la protagonista de 'El enemigo invisible' (1912) y le ofreció trabajo en otras doce películas. Se cuenta que Lillian y Dorothy Gish eran tan parecidas, que Griffith les pedía que se vistieran de manera distinta para poder distinguirlas.

Con el bagaje teatral que Lillian Gish tenía a sus espaldas, siempre se tomó su trabajo muy en serio, y preparaba a fondo sus personajes. Su fama llegaría en 1915 con 'El nacimiento de una nación'. El colosal éxito de la película hace de Lillian Gish una de las más grandes, admiradas e idolatradas actrices del cine, figura representativa de la época y mentalidad de entreguerras. Griffith convierte a Gish en una de las grandes heroínas de la pantalla ('Corazones del mundo', 'Intolerancia', 'La culpa ajena', 'Las dos huerfanitas', 'Las dos tormentas') y en 1920 la actriz hace su debut como directora en 'Remodeling Her Husband', en la que su hermana Dorothy era protagonista.

En la década de los 20 la actriz da un paso más aceptando personajes más complejos de los que siempre sale con enorme éxito: 'La hermana blanca' (1923), de Henry King, 'La Bohème' (1926), de King Vidor y las dos mejores películas que dirigió en Hollywood el sueco Victor Sjöström, 'La letra escarlata' (1926) y 'El viento' (1928), así como el gran film pacifista de Fred Niblo, 'El enemigo' (1928). Antes, en 1926, firma un contrato con la MGM consiguiendo ser una de las pocas actrices con poder sobre las cámaras y el director: Cuando se planteó el rodaje de 'El viento', ella impuso a director y protagonista.

Con la llegada del sonoro, que retiró a tantos actores de la pantalla, ella elige hacer una pausa hasta comprobar el rumbo que toma el cine, y regresa al teatro, aunque pronto, tras la muerte de David Wark Griffith, que había fracasado en su debut en el cine sonoro, y a quien ayudó económicamente en sus últimos años de vida, cuando había sido relegado del mundo del cine, reaparecería en el celuloide. Y otras actrices que habían pasado del mudo al sonoro con facilidad como Greta Garbo, siempre reconocieron la habilidad e inspiración de Lillian Gish.

En 1946, de nuevo de la mano de su amigo King Vidor, interpreta a Laura Belle McCanles, la gran matriarca de 'Duelo al sol', que le hace merecedora de una nominación al Oscar como mejor actriz secundaria. Lillian Gish busca más personajes fuertes que protagonistas. Trabaja en películas como 'Jennie', 1948), pero su gran trabajo en este tipo de personajes es cuando Charles Laughton la llama para su debut como director con 'La noche del cazador' (1955), como una mujer madura, fuerte y valiente que salva a un grupo de niños del criminal disfrazado de predicador que interpreta Robert Mitchum. Su personaje ha hecho historia y permanece como una de las grandes mujeres de la historia del cine.

En 1960 le reclama John Huston para 'Los que no perdonan', sigue con títulos como 'Veinte docenas de hijos' (1966), 'The Comedians' (1967), por la que fue nominada al Globo de Oro, 'Un día de boda' (1978) a las órdenes de Robert Altman o 'Dulce libertad' (1986). Además, Lillian Gish desarrolla una intensa actividad como actriz en series de televisión, desde 'La hora de Alfred Hitchcock' a 'Vacaciones en el mar'.

En 1971, tres años después de la muerte de su hermana Dorothy, Lillian recibe el Oscar honorífico. Pero ella sigue trabajando, hasta que dieciséis años después, a la edad de 93 años, Lillian protagoniza su última película, 'Las ballenas de agosto' junto a Bette Davis, Vincent Price y Ann Sothern, a las órdenes de Lindsay Anderson. Lillian Gish murió el 27 de febrero de 1993, pocos meses antes de cumplir cien años, en Nueva York. Con ella murió un siglo de historia del cine.