Un enorme campo de basura urbana en Ucrania. Roman Mikhailiuk

Bioplásticos: solución o nuevo problema

Este nuevo material supone una gran ventaja con respecto al plástico convenciona porque es biodegradable o compostable; sin embargo, también cuenta con detractores

Domingo, 1 de marzo 2020, 12:24

Solo hace falta ir a cualquier supermercado y echar un vistazo a los lineales para corroborar que el plástico lo ha inundado todo. Tortitas de maíz envueltas con más gramos de plástico que su propio peso; lonchas de queso fundido forradas de plástico y ... cubiertas todas ellas por más plástico; filetes colocados cuidadosamente en bandejas de poliestireno y recubiertas por film; naranjas desprendidas de su piel, pero protegidas con plásticos; bolsas de basura de plástico —de colores, claro, para reciclar—... y para rematar, una resistente bolsa de plástico para llevarlo todo a casa. Pero este panorama podría cambiar en unos años si se logra consolidar un sucedáneo de este omnipotente material: el bioplástico.

Publicidad

Los bioplásticos se consideran una alternativa sostenible al plástico porque están creados con materiales orgánicos o con petróleo, pero son biodegradables o compostables. Además, esto no afecta a su resistencia, por lo que se están empezando a utilizar en varios sectores como el sanitario y el industrial y, sobre todo, para fabricar envases.

Gráfico que describe el origen de los bioplásticos. European Bioplastics

El hecho de que los bioplásticos sean biodegradables o compostables no quiere decir que se vaya a reducir la cantidad de residuos creados, sino que estos residuos podrán descomponerse fácilmente. Esto supone una gran ventaja con respecto al plástico, sobre todo si se tiene en cuenta que actualmente los océanos albergan alrededor de cincuenta millones de toneladas de plástico y que cada año se vierten al agua entre 4,8 y 12,7 millones más, según Greenpeace.

Los bioplásticos de origen orgánico pueden fabricarse con ácidos polilácticos (PLA), que se encuentran en plantas como el maíz y la caña de azúcar y es la fuente más barata, o de polihidroxialcanoatos (PHA), presentes en microorganismos. La utilización de uno u otro componente determinará la finalidad del producto: el PLA se emplea para productos alimentarios y el PHA para dispositivos sanitarios.

European Bioplastic destaca dos ventajas principales de este tipo de materiales: El ahorro de recursos fósiles gracias a que principalmente se crean a partir de biomasa y huella de carbono neutral.

Publicidad

Pero, ¿son tan sostenibles como se dice?

Lo cierto es que los bioplásticos también tienen detractores y el principal argumento que esgrimen para criticar el uso generalizado de este material es que utilizar cultivos para su fabricación conllevaría dos problemas, según reveló un estudio realizado por la Universidad de Pittsburgh: El primero es la contaminación por los fertilizantes vertidos sobre la tierra y el segundo es la reducción del terreno para la producción de alimentos.

La ingeniera medioambiental y exploradora de National Geographic Jenna Jambeck ha asegurado que dirimir si los bioplásticos dañan menos el medio ambiente que el plástico convencional «es una pregunta importante que depende de muchos factores como ¿dónde se cultivan?, ¿cuánta tierra ocupan? o ¿cuánta agua se necesita?». Esto quiere decir que por el momento no existe una respuesta clara.

Publicidad

En esta línea, Greenpeace asegura que los bioplásticos «no frenarán la producción y el consumo masivo de plásticos e incrementarán el sobreconsumo de recursos naturales, que son el origen de este problema«. »Utilizar plásticos biodegradables u otros productos de un solo uso solo alimentará falsas soluciones que impedirán solucionar la crisis de contaminación por plásticos a la que nos enfrentamos», sostiene la ONG.

La solución podría estar en el mar

Por otra parte, la revista 'Bioresource Technology' ha publicado una investigación, realizada por el doctor Alexander Golberg y el profesor Michael Gozin, que asegura que es posible producir bioplásticos a base de recursos marinos como algas, lo que supone una alternativa sostenible para la producción a gran escala.

Publicidad

Quién sabe si en unos años se logrará que las tortitas de maíz, el queso fundido, la carne y las bolsas de basura se envolverán o se fabricarán con materiales sostenibles —las naranjas ya están cubiertas con materiales biodegradables, por lo que no haría falta añadirles nada más—.

Este contenido es exclusivo para suscriptores

3 meses por solo 1€/mes

Publicidad