Las bebidas gaseosas, enemigas del vientre plano

'¿Por qué no hay manera de bajar esa barriguita?', se pregunta mucha gente. Puede haber muchos motivos muy diversos, pero, probablemente, el de mayor peso sea que ingieren algún tipo de bebida carbonatada. Coca Cola, gaseosas de limón o naranja y, por supuesto, la cerveza, son grandes enemigos del vientre plano.

Muchas personas creen que por decantarse por la versión 'light' de estas bebidas están acabando con el problema, pero no es así. Para hacerlas, en lugar de utilizar azúcar, emplean aspartamo, un tipo de edulcorante que mezclan con la gaseosa. El gas, se ha comprobado, provoca que la persona siga queriendo consumir la bebida sin llegar a saciarse, por lo que, al final, el pico de azúcar en sangre es elevado aunque no se haya ingerido azúcar.

Además, el gas hincha, por lo que la sensación de tener el vientre inflamado es constante. La típica 'barriga cervecera' es un hecho. Aunque parezca que al hacer deporte se elimina, en cuanto se vuelve a ingerir, ésta aumenta.

Entonces, ¿no se puede tomar nunca cerveza o Coca Cola? Lo más aconsejable es elegir otro tipo de bebidas, pero si te gusta tomar, de vez en cuando, una cerveza o similares, una o dos veces a la semana no es demasiado. Eso sí, siempre acompañado por un cuidado alimenticio y mucho ejercicio. Si el mayor problema lo tienes en la parte abdominal, lo ideal sería intercalar ejercicios de cardio con otros más localizados en la zona donde está el problema.

El alcohol, para las dietas, no es recomendable, pero si un día del fin de semana sales con amigos o familia y quieres tomarte algo, hay muchas otras opciones mejores que la cerveza. Una o dos copas de vino, tinto o blanco sin aguja, así como la sidra, pueden suponer una buena elección, aunque siempre será preferible un zumo, por ejemplo.

Sobre todo hay dos muy destacables: la probabilidad de desarrollar osteoporosis o enfermedades cardiacas.

Osteoporosis: Sobre todo en niños y adolescentes que prefieren una bebida carbonatada antes que un lácteo. Esto repercute en la formación de su masa ósea, frenan su desarrollo y tienen mayor probabilidad de fractura.

Enfermedades cardiacas: podría llegar a producir niveles altos de triglicéridos, hipertensión arterial y altos niveles de azúcar en la sangre.