Wenceslao López pide al arzobispo de Oviedo «respeto» tras sus alusiones «al gobierno local que presidí»

El portavoz socialista y exalcalde, Wenceslao López, le remitió ayer una carta al prelado en la que defiende que «el respeto y la lealtad institucional» deben ser la base de «una convivencia sana en democracia» y que, nunca, en sus años como concejal o como alcalde ha «quebrantado esa norma no escrita», una «actitud» con la que le pide al prelado «me gustaría ser correspondido por su parte en el futuro».

López justifica la carta porque «algunas de sus palabras parecen ser alusiones al gobierno local que tuve el honor de presidir». Un mandato en el que López sostiene que se respetó «escrupulosamente la normalidad» en las relaciones entre ambas. Recuerda que se cursaron invitaciones para el caldo de Ramos y las fresas por el Corpus y que, «ambas reuniones se celebraron con total normalidad el primer año del mandato. Sin embargo, en ocasiones posteriores el Arzobispado decidió unilateralmente suspender el encuentro del caldo de Ramos y posteriormente declinó la invitación municipal para las fresas». También señala que mantuvieron reuniones para tratar asuntos de relevancia como, «la adecuación del martillo de Santa Ana. Reuniones en las que se alcanzaron compromisos que por su parte no se han visto reflejados».

Las relaciones fueron tensas todo el mandato del tripartito. En especial, por la retirada de las subvenciones a la Catedral o las cofradías de Semana Santa, pese que el tripartito posteriormente declaró varias subvenciones nominativas a Cáritas y otras entidades de la Iglesia como históricas, dejándolas al margen de la obligación legal de someterlas a concurrencia.

En otras declaraciones en el pasado, el prelado ha defendido que habla «de política, de la polis», pero que no hace «partidismo». Su afirmación de que tras el cierre de los negocios de la hostelería había «una intencionalidad ideológica», generó críticas. También cuando en contra de la nueva ley educativa acusó a un «'Nuevo orden mundial' que tiene detrás sociedades secretas, acaudalados financieros, poderosos medios de comunicación y conocidas correas de transmisión en partidos políticos» de atacar a los valores morales de la sociedad, introduciendo la ideología en la educación de niños y niñas.